Antonio Pascual Acosta ha sido investido como Doctor Honoris Causa por la Universidad de Almería, en un acto que ha contado con la participación de los rectores de las universidades públicas andaluzas. Entre sus méritos, Pascual Acosta fue responsable de la creación de las universidades de Almería, Huelva y Jaén.
El catedrático de Estadística de la Universidad de Sevilla, Antonio Pascual Acosta, ha sido investido hoy Doctor Honoris Causa por la Universidad de Almería en un acto presidido por el consejero de Innovación, Ciencia y Empleo de la Junta de Andalucía, José Sánchez Maldonado y por el rector de la UAL, Pedro Molina. También han asistido al acto, enmarcado en las actividades previstas para conmemorar el vigésimo aniversario de la UAL, los rectores de las universidades Internacional de Andalucía, Eugenio Domínguez; universidad de Jaén, Manuel Parras Rosa; universidad de Granada, Francisco González Lodeiro; universidad de Sevilla, Antonio Ramírez de Arellano; universidad de Málaga y presidenta de la CRUE, Adelaida de la Calle y rector de la universidad de Huelva, Francisco Ruiz Muñoz, entre otras personalidades.
Pascual Acosta, presidente de la Academia de Ciencias Sociales y del Medio Ambiente de Andalucía, fue el responsable de la creación en 1993 de las universidades de Almería, Huelva y Jaén y en 1994 de la Universidad Internacional de Andalucía, cuando ocupaba la consejería de Educación y Ciencia de la Junta de Andalucía. Hoy, en su discurso de investidura, el ex consejero de Educación ha tenido palabras de reconocimiento, “por encima de las personas y del momento actual”, a la tarea política, señalando que es necesario “reconocer” el trabajo que se lleva a cabo desde los distintos partidos y organizaciones políticas y ciudadanas “por lo que supone de dedicación y compromiso con intereses y objetivos que trascienden de lo particular” y que se refieren a la dinámica y a la vida del conjunto de cada pueblo.
También ha aludido Antonio Pascual a la labor que deben desarrollar las universidades. A su juicio, “hoy más que nunca”, las instituciones académicas tienen que plantearse la mejora continua de la calidad y excelencia de los servicios que ofrecen. Solo ello, ha dicho, permitirá que las universidades respondan a las “expectativas” sociales.
El grueso del discurso del nuevo Honoris Causa de la UAL, que se suma a la pléyade de autoridades que también ha recibido este título honorífico –los catedráticos de Historia Económica Jordi Nadal y Albert Broder, considerados como dos de los mejores historiadores económicos europeos; el ex rector de la Universidad de Granada y catedrático de Derecho Penal de la UGR, Lorenzo Morillas; el ex presidente andaluz Rafael Escuredo; el catedrático jubilado de Derecho Civil de la Universidad de Barcelona; el profesor Agustín Luna Serrano; el lingüista Humberto López Morales; el matemático Freddy Van Oystaeyen; el científico y biólogo de origen almeriense Ginés Morata; el hispanista francés Bernard Vincent y el ex ministro de Educación y ex director general de la UNESCO, Federico Mayor Zaragoza-, ha versado sobre su campo de investigación desde hace décadas: la estadística.
Una ciencia, ha dicho Pascual Acosta, que se ha convertido en “herramienta esencial” en muchas otras áreas como la biología, la medicina, la farmacología, la economía, la psicología o la sociología. “La simple pero excelente idea de la asignación aleatoria de los tratamientos a las unidades experimentales, es una de las ideas centrales de la experimentación científica así como del progreso de otras disciplinas humanas tales como la agricultura y la industria”, ha defendido.
A su juicio, la estadística “permite iluminar el problema y obtener resultados y conclusiones en cualquier tipo de estudio, cuyas interrelaciones no puedan ser abordadas desde la perspectiva de las leyes determinísticas”. En la agricultura, ha señalado, han surgido otros ámbitos de colaboración con la estadística, especialmente la bioestadística y bioinformática, en el estudio de transgénicos y tecnología de los alimentos. En la actualidad, según ha explicado el nuevo Doctor Honoris Causa, hay también otro ámbito novedoso: la agricultura de precisión y su relación con la geoestadística.
Laudatio a cargo de Alfredo Martínez Almécija
Otro catedrático de Estadística, el ex rector de la UAL Alfredo Martínez Almécija, ha leído la laudatio que recoge los méritos de Pascual Acosta para obtener este título honorífico. Ha señalado, por ejemplo, de la larga trayectoria académica y profesional del nuevo Honoris Causa, que fue Premio Extraordinario de Licenciatura y que cuando terminó sus estudios, en 1973, se incorporó a la plantilla de profesores del Departamento de Estadística e Investigación Operativa de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Granada. En la UGR fue profesor adjunto, vicedecano de la Facultad de Ciencias Matemáticas en 1980, catedrático de Estadística Matemática y Cálculo de Probabilidad en 1981 y decano de la misma facultad en el año 1982. Trayectoria que le permitió, según ha apuntado Martínez Almécija, tener una “visión amplia” de la evolución de la Universidad española en los últimos cuarenta años.
En 1983 asumió la Dirección General de Universidades en la Consejería de Educación y Ciencia de la Junta de Andalucía y tres años más tarde fue nombrado consejero, desarrollando, a partir de entonces, una red de actuaciones que “produjeron un cambio profundo en las enseñanzas universitarias en Andalucía”. La primera fue la institucionalización de las universidades andaluzas con la creación del Consejo Andaluz de Universidades. Pascual Acosta fue su presidente desde 1986 hasta 1994.
El segundo objetivo de su proyecto político fue vertebrar de manera certera la investigación en Andalucía con el desarrollo del Primer Plan Andaluz de Investigación y la creación de Centros de Excelencia. El germen creado por aquellos planes de investigación “sigue cosechando frutos en la actualidad”, según ha reconocido hoy Alfredo Martínez Almécija.
“El tercer objetivo de Antonio Pascual como consejero fue obtener una mapa de titulaciones en Andalucía, completo y coherente, con la finalidad de que las universidades fueran los motores del desarrollo provincial (…) Fue este el marco donde se hizo evidente definir un modelo de universidad provincializada, con la consecuencia añadida, de que muchos andaluces que, por motivos económicos no podían realizar estudios universitarios, alcanzaran este derecho al no tener que desplazarse fuera de la provincia donde vivían, hito importante, pues generalizó el derecho de la enseñanza superior a todos los ciudadanos andaluces con independencia de su nivel económico”, ha apuntado Alfredo Martínez. Aquel fue el marco en el que se creó, en 1993, la Universidad de Almería y también las de Jaén y Huelva y un año más tarde la Internacional de Andalucía.
Veinte años de transformación para la provincia
En este sentido, el rector de la Universidad de Almería, Pedro Molina, se ha referido en su discurso a la transformación radical que supuso para la provincia la creación de la UAL hace ahora veinte años. “Se ha aportado [a Almería] unos niveles importantísimos en la cualificación profesional de las generaciones que han podido
estudiar en nuestras aulas, en los investigadores que se han formado en ellas, y en los beneficios de todo tipo que nuestro entorno ha recibido con esta aún joven universidad”, una institución, ha dicho Molina, que está “dispuesta” a seguir evolucionando y profundizando en su “vocación de servicio público”.
El máximo responsable de la UAL ha señalado en su intervención, con la que ha finalizado este acto de investidura del nuevo Honoris Causa, que el profesor Antonio Pascual ha sido “testigo de excepción desde sus numerosas y variadas responsabilidades docentes, investigadoras y de gestión” de la “enorme transformación” de Andalucía y de la “decisiva” aportación que el sistema universitario andaluz ha supuesto para la mejora de la comunidad.
Molina, que ha tenido palabras de elogio para Antonio Pascual, hacia quien la Universidad de Almería, ha dicho, tiene un “profundo sentimiento de gratitud y de reconocimiento” por sus numerosos méritos, ha afirmado que la apuesta y el reto de las universidades debe ser ahora la “cualificación específica” de los nuevos titulados. El rector ha señalado que esa es una tarea “prioritaria” de la UAL.