Cada vez más ciudadanos se muestran favorables a la implantación de un sistema político basado en inteligencia artificial, una especie de tecnocracia en la que diputados y senadores fueran sustituidos por algoritmos y máquinas de aprendizaje profundo. Un equipo de la UNED ha estudiado esta tendencia y aclara a qué factores psicosociales están detrás del aumento a este sistema más propio de la ciencia ficción.
La profesora Eva Moreno Bella, del Departamento de Psicología Social y Organizacional de la UNED, y Marcos Dono, del Instituto de Psicología de la Universidad de Santiago de Compostela firman un estudio, publicado recientemente en la revista Political Psychology, que representa un hito al analizar cómo percepciones como la anomia y otros factores individuales pueden predisponer a las personas a preferir un gobierno de IA sobre las democracias tradicionales.
La anomia, definida como la percepción de que la sociedad y sus líderes políticos están en decadencia, fue identificada como un factor clave en este contexto. Según explica la profesora Moreno Bella, “la anomia implica una pérdida de confianza social y moral, así como la percepción de que los líderes políticos son ineficaces e ilegítimos”.
Por qué cada vez más ciudadanos apoyaría una tecnocracia basada en la inteligencia artificial
El aumento de ciudadanos que apoyarían una tecnocracia basada en inteligencia artificial está relacionado con el hartazgo generado por la política tradicional. El estudio se basó en tres enfoques principales con participantes en España. En un estudio correlacional inicial, se observó que la anomia predice un mayor apoyo a un gobierno liderado por inteligencia artificial, pero no sucedía igual con otros factores como la necesidad de cierre cognitivo, entendida como la búsqueda de respuestas claras en situaciones inciertas, ni con la orientación a la dominancia social, que implica una preferencia por las jerarquías y una inclinación hacia una autoridad incuestionable.
Posteriormente, se llevaron a cabo estudios experimentales donde se manipuló la percepción de anomia mediante la exposición a noticias ficticias. Según la profesora Moreno Bella, “en uno de los grupos experimentales, presentamos un escenario de deterioro social y político, mientras que el grupo de control recibió información neutral sobre la disminución del interés por el arte”. Los resultados mostraron que las noticias relacionadas con la decadencia del liderazgo político incrementaron significativamente el apoyo a una tecnocracia de IA, destacando la influencia de estas percepciones en las preferencias ciudadanas.
Implicaciones sociales y políticas
El estudio destaca que la percepción de liderazgo político corrupto y poco eficiente impulsa el deseo de un cambio radical en la estructura de gobernanza. Según Moreno Bella, “la IA puede percibirse como una opción atractiva debido a su eficiencia técnica y su aparente incorruptibilidad, contrastando con los problemas percibidos en la política tradicional”. Sin embargo, los investigadores advierten sobre los riesgos potenciales de este tipo de sistemas, incluyendo la falta de transparencia y la exclusión de la participación ciudadana.
La profesora Moreno enfatiza la importancia de este tipo de investigaciones en un mundo donde la tecnología tiene un papel cada vez más relevante en nuestras vidas, destacando que esta investigación ha sido el primer intento de identificar los factores psicosociales que impulsan el apoyo a una tecnocracia de IA.