El Salón de Actos Museo de Almería acogerá este jueves 20 de junio la ceremonia final del evento anual dirigido a los escolares de la provincia que organiza el Club de Robótica de la UAL. Este año, el desafío ha consistido en el ‘Diseño de un sistema robotizado para su uso en arqueología’.
El concurso inició su recorrido allá por el mes de diciembre de 2023, cuando se cumplió el plazo de inscripción a través de UALjoven, con mayo como fecha límite para la entrega de los trabajos. De 300 participantes de 9 centros educativos, divididos en dos categorías, ESO y Bachillerato, que se inscribieron, han cumplido su objetivo en tiempo y forma 116 estudiantes repartidos en 34 equipos de 6 centros diferentes.
En Bachillerato han concurrido el IES El Alquián, con seis equipos, y el Colegio La Salle Virgen del Mar, con siete, mientras que en ESO ha habido un total de 22 equipos entre los IES Carmen de Burgos (Huércal de Almería) y Sierra de Gádor (Berja), más los colegios SEK Alborán, El Ejido, y Ciudad de Almería.
Analizadas las propuestas en cada una de las categorías, a la final han llegado seis proyectos, uno por cada centro educativo participante, según el criterio del jurado. Este ha estado formado por Encarnación Carmona, vicerrectora de Estudiantes, Antonio Giménez, director de la OTRI, Rosa Ayala, directora de la Escuela Superior de Ingeniería, María Paz Román, profesora del Departamento de Geografía, Historia y Humanidades, Francisco de Asís Rodríguez, catedrático del Departamento de Informática, y José Carlos Moreno, coordinador del Grado en Ingeniería Electrónica Industrial.
Como indicaciones que se facilitaron por parte de la organización, se explicó que cuando se diseña un robot de estas características, en la primera etapa debe centrarse muy bien el problema que va a tratar de resolver, que será una parte muy pequeña del problema global. Se les especificó que “un robot no sirve para todo”: es una máquina “que se comportará de forma óptima en la realización de tareas muy concretas, que podrá coordinar sus habilidades con las de los humanos o con las de otros robots, trabajando de forma colaborativa o cooperativa para evitar que el humano corra riesgo alguno, o realice tareas tediosas y repetitivas”. Sobre esa base, los equipos participantes han trabajado de manera sobresaliente, ofreciendo soluciones reales a tres yacimientos muy conocidos y, en uno de los casos, centrándose genéricamente en yacimientos subacuáticos en general.
El proyecto finalista del IES El Alquián es “una interesante e innovadora propuesta para realizar proyecciones de hologramas sobre Los Millares, utilizando robots aéreos, que ayuden a entender cómo vivían sus habitantes en su época de esplendor”. El jurado ha llamado la atención sobre que “destacan los modelos 3D de realidad virtual para mostrar el resultado final, así como el detallado diseño del robot”. En cuanto a La Salle Virgen del Mar, “ha enfocado todos sus proyectos a la ‘robótica submarina’ para explorar yacimientos arqueológicos subacuáticos”, seleccionándose entre ellos el trabajo ‘Triángulo de las Bermudas’ “por la presentación del problema a abordar y por la descripción de todos los subsistemas del vehículo autónomo submarino diseñado”.
En la categoría de ESO, el trabajo presentado por el equipo del IES Carmen de Burgos realiza un análisis exhaustivo de los requisitos “que deben tener los robots que ayuden a trabajar en Los Millares, proporcionando una descripción detallada de sensores en el robot que ayudan a recuperar toda la información del yacimiento”. El del IES Sierra de Gádor se ha centrado “en diseñar un robot para estudiar el yacimiento de Villavieja, y propone la colaboración entre varios robots de diferentes tipos: uno que ofrece la visión aérea del yacimiento, otro que busca restos desde tierra, un tercero que vigila el yacimiento y un cuarto que organiza el trabajo de los tres primeros”. Este equipo propone una solución basada en robots cooperativos.
Respecto al equipo seleccionado del SEK Alborán, se centra también en Los Millares y propone “el uso de un robot humanoide para realizar el mantenimiento de las piezas recuperadas del yacimiento, de un modo similar a como lo hacen los humanos, construyendo un prototipo basado en el kit EV3 de Lego”. Por último, el equipo del Colegio Ciudad de Almería ha trabajado en el uso de un robot móvil terrestre para detectar metales en el yacimiento de Baria, en Vera. Incluso han llegado a “construir su propio prototipo basado en un robot diferencial, programando su comportamiento en la placa microbit”.