Los trabajadores del Centro Astronómico de Calar Alto han mostrado su disconformidad con el acuerdo firmado entre el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y el instituo alemán Max Planck, que sustituye al anterior, que estaba vigente hasta 2018. Este nuevo acuerdo reduce de 4,8 a 1,6 millones el presupuesto del observatorio, lo que obligará a operar solo con el telescopio de 3,5 metros.
El acuerdo entre las instituciones alemana y española fue firmado el pasado 24 de mayo, y ha generado malestar entre la plantilla de Calar Alto, que lo han calificado como “extremandamente grave y perjudicial” para el centro.
Este nuevo convenio establece un recorte de un 67% del presupuesto previsto para la institución científica, que pasa de contar con 4,8 millones de euros a 1,6.
El personal de Calar Alto lamenta que no se cumple lo acordado en 2013, en la medida en que el recorte entra en vigor de forma inmediata; al tiempo que crititca que no se haya realizado ninguna evalucación para valorar las pérdidas científicas que conlleva este acuerdo.
Los trabajadores, que temen despidos en la plantilla, se quejan de que los telescopios más pequeños como el de 1,2 y 2,2 metros se quedan fuera del acuerdo y, por tanto, de uso.
Convenio entre CSIC y Max Planck
Por su parte, el CSIC se ha mostrado contento porque se ha asegurado la continuidad de Calar Alto hasta 2018, al tiempo que ha anunciado que entre sus objetivos figura conseguir alianzas con otras instuciones científicas para conseguir que Calar Alto no se pare después de 2018.
En el acuerdo firmado, los socios centran todo su interés en el telescopio de 3,5 metros, al que se la instalará el instrumento CARMENES, una nueva herramienta con un brazo de fibra óptica e infrarrojos. Los otros dos telescopios seguirán funcionando, explica el CSIC, aunque el gasto de su uso será asumido por los investigadores o intituciones que los utilicen.
Con respecto al personal, el CSIC ha informado de que el nuevo director de Calar Alto y un experto en recursos humanos, se entrevistarán con el personal, analizarán su situación y establecerán los criterios para adaptar los recursos a la situación prevista. Las medidas que se tomen podrían contemplar, entre otras, la disminución de salarios para equipararlos a los del personal del CSIC en puestos similares.