La segunda mesa redonda que ha llevado a cabo el Foro sobre Comunicación Crítica y Participación Ciudadana, organizado por el Centro de Investigación en Comunicación y Sociedad (CYSOC) y el grupo Comunicar de la Universidad de Almería (UAL), abordó de manera multidisciplinar el ámbito de las redes sociales, las nuevas tecnologías y la participación ciudadana en ellas.
Una interesante propuesta que se llevó a cabo el pasado lunes 15 de abril y en la que participó el catedrático de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid, Mariano Fernández Enguita, quien centró su discurso sobre un hecho palpable como es que las una parte de las relaciones humanas transcurre de manera independiente a las normas impuestas por las jerarquías y que las redes sociales se presentan como alternativa a las organizaciones y al mercado.
De esta manera, Enguita apuntó que se está estableciendo un terreno intermedio que permite transmitir la información con rapidez de un sitio a otro, con mucha eficacia en todos los ámbitos y entre los ejemplos con los que ilustró sus comentarios hubo uno relacionado con el campo de la política, sobre el que afirmó que las redes sociales posibilitan que todos los usuarios puedan expresarse libremente y consigan una mayor difusión de sus ideas y opiniones de manera efectiva.
Asimismo, este catedrático de Sociología también se refirió al ámbito de la educación, sobre el que apuntó que las nuevas formas de comunicación hacen que se multipliquen las formas de aprendizaje, al margen de la escuela, al tiempo que añadió que hay una tendencia hacia una enseñanza difusa, obtenida desde varias fuentes, lo que obliga a la escuela tradicional a convertirse en una “escuela red”.
Sin embargo, Enguita también se refirió durante su intervención a la existencia de inconvenientes dentro de las redes sociales entre las que subrayó la necesidad de una base real sobre la que se asienten las movilizaciones (caso del 15M), las trampas que encierra la tecnología, que es reversible y puede volverse en contra de los propios usuarios, o el peligro de dispersión ante tanta información generada, convirtiéndonos así en “seres borrosos perdidos en la maraña”.
Por otra parte, junto a Enguita estuvo presente también en esta mesa redonda el presidente de la Fundación Rural Lab, Francisco Fernández Delgado, quien hizo valer su experiencia en el proceso de integración de las tecnologías en la enseñanza, iniciado hace más de una década, para destacar la importancia de la “alfabetización digital”, de manera que se pueda implantar una “digitalización horizontal” real y se pueda competir en igualdad. Asimismo, Fernández Delgado puso el acento sobre el hecho de que las redes sociales son ideales para abrir canales de comunicación entre distintas generaciones y sectores sociales y que son un instrumento muy eficaz para llevar a cabo una innovación social en el ámbito rural; al tiempo que afirmó que los escenarios que permiten las redes sociales están todavía por descubrir y animó a los usuarios a no ser solo consumidores, sino también creadores.
Finalmente, el tercer integrante de la mesa redonda, Juan Sebastián Fernández Prados, profesor de la UAL, prestó atención a la relación de la tecnología con la realidad y señaló aspectos tanto positivos como negativos. Entre los primeros destacó la posibilidad de fomentar una sociedad civil global, con más eficacia y dinamismo que los medios tradicionales, y el fomento tanto de la participación ciudadana como del cambio social. Por el contrario, señaló la rapidez con la que se pueden transmitir discursos extravagantes y falsos, la tendencia a leer y escuchar solo lo que coincide con la opinión propia, generando de esta manera un refuerzo de la ideología que puede derivar en violencia, y la tendencia hacia una sociedad de la vigilancia, con la implantación de un excesivo control que llega a violar los derechos de intimidad.
De esta manera y tras la exposición realizada por los tres integrantes de la mesa redonda se dio paso a un interesante debate en el que también participaron los asistentes que se encontraban entre el público y que estuvo centrado fundamentalmente en las limitaciones que provoca la brecha digital entre generaciones y entre zonas con distinto nivel de desarrollo socioeconómico. En este sentido, se destacó que la brecha digital no se observaba tanto en la posibilidad de acceso a la tecnología como en la calidad de los contenidos que se transmitían.
