A estas alturas nadie pone en duda la riqueza formal, estilísitica y filosófica de ‘La vida es sueño’, obra más destacada de Calderón de la Barca y una de las más interesantes de todo el Siglo de Oro. Son cientos las representaciones que se han hecho de este texto, y de todas ellas se saca algo nuevo. La Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC) presentó la suya este fin de semana, con una puesta en escena que impresionó a un auditorio Maestro Padilla prácticamente lleno.
Segismundo es un personaje profundo, lleno de fuerza, cargado de rabia, y de razón, capaz de exponer ante todo el mundo una carga filosófica de primer orden, que cuestiona los elementos esenciales de la vida: libertad, diferenciación entre realidad y sueño, tiranía, bondad… valores humanos que se unen en conflicto, verbalizados como pocas veces se ha hecho.
Así era el reto al que tenía que enfrentarse el montaje de la CNTC, dirigido por Helena Pimienta, y Blanca Portillo, que encarnó este personaje, con un tono pausado y tranquilo, con el que supo conectar con el público que abarrotaba el teatro. Quizás necesitó algo de fuerza, o simplemente era otra forma de expresar todas las contradicciones que atormentaban la mente de este personaje, confinado desde su nacimiento en una torre, por el crimen de haber ‘matado’ a su madre en el parto.
Una culpa con la que Blanca Portillo supo cargar, y también descargar, en las partes de la obra en las que el personaje toma conciencia de su ser y convierte en el buen rey que el pueblo de Polonia espera.
Una puesta en escena de primer orden y un equipo actoral de verdadero lujo, que consiguieron involucrar al público en la obra desde el primer momento.
Encuentro con los actores
El sábado tuvo lugar en el salón de actos de la Escuela Municipal de Música y Artes el ya tradicional ‘Encuentro con los actores’ que organiza, con cada obra, la dirección de las Jornadas de Teatro del Siglo de Oro de Almería. Los asistentes han podido disfrutar de los actores Marta Poveda, David Lorente, Blanca Portillo y Fernando Sansegundo. La entrada ha sido libre y todos los presentes han podido preguntar a los actores y actrices de la Compañía Nacional de Teatro Clásico sus inquietudes, versiones e interpretaciones de la obra que pudieron ver anoche en el Auditorio Maestro Padilla.
Blanca Portillo transmitió su pasión por el personaje al que interpreta pero, sobre todo, mucho entusiasmo que es el que “yo misma siento por esta obra, por este equipo que tenemos ahora en la Compañía y por mi Segismundo, que se vendrá conmigo allá a donde yo vaya, porque este personaje me está marcando y mucho”.
Durante una hora y media los actores se han mostrado despreocupados, efusivos, cómicos y, sobre todo, muy felices consiguiendo transmitir al público su satisfacción por el trabajo que llevan haciendo ya durante más de cien funciones, en concreto, durante ciento doce funciones en teatros todos distintos “a los que nos hemos tenido que adaptar porque cada espacio escénico es diferente, un nuevo mundo, al que nos adaptamos y hacemos nuestro”.
El público también pudo aprender cómo se trabaja un texto tan complejo y con unas características tan especiales como es el de ‘La vida es Sueño’ de Calderón de la Barca, ya que para llevar a cabo la representación los actores han trabajado a fondo los textos desde el aspecto técnico teniendo en cuenta “cada sinalefa, cada encabalgamiento, cada hipérbatos… tratando la obra como un todo con la hemos podido llegar mejor al público”, han explicado los actores durante el coloquio.
Por otro lado, Blanca Portillo matizó que “para que una obra funcione, el equipo también tiene que funcionar y este funciona muy bien. Además, todos trabajamos mucho y a fondo la obra. Y es que la palabra no es sólo palabra. La palabra es acción y no nosotros actualizamos la palabra, no sólo la verbalizamos, haciendo que el público no se aburra, que quiera a nuestros personajes como nosotros los queremos. Siempre hay que tener en cuenta que la palabra es vida”.
Sin duda, el elenco de actores de la Compañía Nacional de Teatro, dirigidos por Helena Pimienta, ha conseguido hacer una demostración clara de que los clásicos no son aburridos haciendo del patrimonio que es el teatro clásico y el del Siglo de Oro español vuelva a estar en boga. Y es que el texto que interpretan desde la CNTC conecta con todo el público e incentivará a hacer más teatro clásico.