La etiqueta inteligente SmartLabel desarrollada por la empresa Oscillum del Parque Científico de la Universidad Miguel Hernández (PCUMH) de Elche, permite detectar el estado de descomposición de alimentos como carnes, pescados o frutas, gracias a polímeros y sensores químicos. La innovación y el potencial que presenta esta tecnología ha llevado a la empresa a estudiar su uso en otros ámbitos, como el cosmético o el farmacéutico.
Tal y como señala el director de Operaciones de Oscillum, Luis Chimeno, las posibilidades que ofrece la tecnología desarrollada por la empresa han llamado también la atención en diferentes sectores además del alimentario. Chimeno afirma que “representantes de ámbitos como el cosmético o el farmacéutico se han puesto en contacto con nosotros porque están interesados en saber si podría extrapolarse a sus sectores. Nuestra tecnología tiene múltiples usos y puede ser adaptada a diferentes productos. En el sector alimentario puede indicarnos el grado de descomposición de los alimentos, pero podría utilizarse también para conocer, por ejemplo, la fecha real en la que una crema deja de ser útil o segura, o para detectar la degradación de principios activos como la insulina”.
En este sentido, Chimeno resalta que la empresa se encuentra ya estudiando la puesta en marcha de un identificador para detectar el nivel de exposición solar y determinar cuándo un usuario debe administrarse fotoprotector para evitar quemaduras en la piel. Este se situaría en superficies que estuvieran en contacto con el sol, como gorras o sombrillas, y, a través de un código de colores, indicaría al usuario el momento en el que es conveniente volver a protegerse frente a las radiaciones solares.
Oscillum está impulsada por los graduados en Biotecnología por la UMH y alumnis de la Universidad Luis Chimeno, Pilar Granado y Pablo Sosa, y fue una de las ganadoras del programa Maratón UMH. La etiqueta inteligente y compostable que han desarrollado es capaz de alertar visualmente la descomposición de un alimento, gracias a polímeros y sensores químicos. Los primeros confieren a esta tecnología propiedades mecánicas, mientras que los sensores químicos son los encargados de analizar y detectar en tiempo real las moléculas producidas por la descomposición de los alimentos.
Actualmente, SmartLabel ya es completamente funcional para carnes y pescados frescos y la compañía ha anunciado que para finales de 2023 buscan comercializar en Europa una nueva etiqueta inteligente desarrollada para analizar el estado de las frutas.