Estudio desarrollado por las universidades de Chile y Católica, en alianza con MINEDUC y UNICEF, fue realizado en 131 establecimientos del país y se encuestaron a más de 3 mil niños, niñas y adolescentes.
En Chile, el 58% de los niños y adolescentes obtiene su primer celular con Internet antes de los 10 años de edad y el acceso a la red con fines educativos aumenta, tanto para uso en tareas escolares, como para el aprendizaje informal. Estos son algunos de los principales hallazgos del estudio Kids Online, desarrollado por el Centro de Estudios de Políticas y Prácticas en Educación (CEPPE UC) de la Universidad Católica y el Centro de Investigación Avanzada en Educación (CIAE) de la Universidad de Chile, en colaboración con el Centro de Innovación del Ministerio de Educación y UNICEF.
El estudio fue realizado en 131 establecimientos educacionales del país, y en él se encuestó a 3.011 niños, niñas y adolescentes de 9 a 17 años de edad y además a el/la director/a de los colegios de la muestra. El estudio es parte de Global Kids Online, un proyecto de investigación internacional realizado entre UNICEF y London School of Economics and Political Science (LSE), que se ha aplicado, hasta la fecha, en 12 países y que busca generar y mantener una base de evidencia internacional rigurosa sobre el uso de Internet por parte de los niños mediante la creación de una red global de investigadores y expertos. Es la segunda vez que se aplica en Chile (la anterior fue en 2016).
Los resultados del estudio serán presentados este martes 25 de abril a las 9 horas en el Auditorio Gabriela Mistral de la Facultad de Educación de la Universidad Católica (Avda. Vicuña Mackenna 4860, Macul, Santiago).
El estudio indaga en el acceso a Internet, encontrando que la edad promedio en que niños y niñas obtienen su primer teléfono móvil disminuyó de 11 años en 2016 a 8,9 años en 2022. El 87% de los niños, niñas y adolescentes encuestados indicó contar con teléfono celular propio con acceso a Internet. Asimismo, los grupos etarios que más aumentaron su acceso fueron los niños y niñas de 0 a 5 años (quienes pasaron de 2% a 9%, entre 2016 y 2022) y de 6 a 9 años (de 30%, en 2016; a 49% en 2022). En cuanto al acceso según nivel socioeconómico, se reduce la brecha entre el sector alto y el bajo, aunque ésta se mantiene: mientras el 92% de los niños y niñas accede a un celular con Internet, en los sectores bajo y medio estas cifras llegan a 88% y 83%, respectivamente.
“La pandemia hizo que se forzara el acceso digital de los hogares, porque los niños tenían que acceder a clases, incluso en educación parvularia. Hay que recordar que, al inicio de la pandemia, casi la mitad de los hogares con niños en estas edades tenían acceso a internet a través de un teléfono celular dentro del hogar. Entonces el teléfono celular se transforma en un dispositivo que soluciona, que resuelve, que permite participar de muchas actividades y que no puede ser visto solamente con una mirada de preocupación, sino que es un proceso social al cual tenemos que estar atentos”, señala el investigador del CIAE y uno de los autores del estudio, Patricio Cabello.
Asimismo, el estudio indagó en las prácticas digitales en el contexto escolar, encontrando que son extendidas las tareas escolares que solicitan el uso de Internet. Específicamente, el 87% de niños, niñas y adolescentes encuestados reporta que les piden buscar información para realizar tareas escolares, el 83% para enviar tareas o trabajos de una asignatura y el 77% para revisar un video para estudiar la materia vista en clases. Otras prácticas extendidas son trabajar en documentos compartidos con sus compañeros/as y revisar en una plataforma las tareas, trabajos o pruebas que tienen que hacer (76%). Por otro lado, el 66% reporta que en su colegio se organizan actividades en clases en las cuales se utiliza el teléfono móvil. Sin embargo, sólo alrededor de un tercio de los y las estudiantes consultados indica que sus docentes median de manera frecuente esta indagación. “Estos resultados indican la importancia de fortalecer las capacidades docentes para guiar las actividades escolares que les solicitan a las y los estudiantes realizar en Internet”, explican Magdalena Claro y Patricio Cabello, autores del estudio.
Al respecto, el ministro de Educación, Marco Antonio Ávila, plantea que las comunidades educativas y la institucionalidad deben “aprovechar estas herramientas para entregar una mejor experiencia educativa a los estudiantes, por ejemplo, involucrando la estrategia del aprendizaje basado en proyectos”.
“En el marco del Plan de Reactivación Educativa, el Mineduc está implementando acciones que permitan dotar de mayor conectividad a las escuelas y liceos, a través del programa Conectividad 2030 y al programa Aulas Conectadas, que implementan infraestructura digital para que las y los docentes puedan usar internet con fines educativos. También seguiremos entregando Becas TIC a estudiantes de 7° básico y, durante este año, realizaremos talleres para que las comunidades educativas puedan avanzar en la alfabetización digital”, añade.
“Este estudio genera evidencia robusta y comparable a nivel internacional que recoge las voces, las experiencias y preocupaciones de niños, niñas y adolescentes en el entorno digital. Hablar con niños, niñas y adolescentes ayuda comprender no solo las barreras que enfrentan para acceder a Internet, sino también las oportunidades que aprovechan, y las habilidades y competencias que adquieren. Esta información permite alimentar las políticas públicas para que las decisiones que se tomen en estas áreas sean más pertinentes y efectivas”, explica el Representante de UNICEF en Chile, Paolo Mefalopulos.
También se consultó para qué se usa el internet, siendo el entrenamiento (71%) y el aprendizaje informal (46%) las más frecuentes, seguidas de socialización (37%), estudio (28%), creatividad (23%) y, por último, participación (14%). Estas prácticas se realizan principalmente en las plataformas de Whatsapp (77%), Tik Tok (68%), plataformas de música (73%), Youtube (70%), Google (60%) e Instagram (52%). Las niñas y adolescentes de sexo femenino usan más plataformas de socialización como Instagram y Tik Tok, mientras que los niños y adolescentes de sexo masculino las vinculadas a juegos en línea y videos como Discord y Youtube.
Sobre el aprendizaje informal, el estudio encontró que el 68% de los niños, niñas y adolescentes busca información sobre temas que les interesan y que el 61% indica ver videos o tutoriales donde se enseña a hacer cosas que les gustan. De manera complementaria, un tercio reporta como estrategia de estudio buscar explicaciones en páginas o videos sobre la materia que no entienden en clases. “Estas prácticas informales de aprendizaje y estudio dan cuenta, por una parte, de nuevas maneras de aprender y, por la otra, de formas de complementar los contenidos vistos en clases, importantes de considerar al momento de diseñar estrategias pedagógicas significativas para las nuevas generaciones de estudiantes”, indica Magdalena Claro, directora de CEPPE UC y una de las autoras del estudio.
En este mismo sentido, los resultados muestran que, en general, las prácticas de uso de internet se han vuelto más homogéneas entre clases sociales, con pocas diferencias entre los niños, niñas y adolescentes de hogares de diferentes grupos socioeconómicos.
Para Magdalena Claro y Patricio Cabello, “estos resultados indican que la vida digital de los niños, niñas y adolescentes del país se ha adelantado y expandido en los últimos años y que es fundamental el rol de mediación de los adultos significativos (apoderados y docentes) para acompañar, guiar y educar en un uso positivo de Internet y para desarrollar habilidades digitales que permitan aprovechar las oportunidades y reducir los riesgos desde los primeros años de edad”.