Se demuestra que la edad y el sexo son variables importantes para inducir las respuestas vacunales
El estudio apuesta por el desarrollo de vacunas que protejan contra los virus de la gripe, el virus respiratorio sincitial y el SARS-CoV-2, los que más afectan a la salud de las personas
Una línea de investigación por la que se debe avanzar para mejorar las vacunas contra la gripe existentes, haciéndolas más polifacéticas y en beneficio de las personas vulnerables. Esta afirmación se sustenta en los datos de la tesis doctoral defendida este mes de julio por la doctora Laura Sánchez de Prada en la Facultad de Medicina de la Universidad de Valladolid y que ha obtenido la mención internacional por compendio de publicaciones.
El estudio que ha sustentado este trabajo doctoral se ha llevado a cabo durante los cuatro últimos años, en colaboración con el grupo de investigación del Centro Nacional de la Gripe de la OMS en Valladolid y el Departamento de Microbiología del Instituto de Medicina “Icahn del Monte Sinai” en Nueva York, Estados Unidos, en el Laboratorio del doctor Adolfo García-Sastre.
Además, este estudio se ha hecho con la colaboración de la Dirección General de Salud Pública de la Junta de Castilla y León, que gracias a su labor en la vigilancia de la gripe en esta comunidad a través de la red centinela de vigilancia ha aportado desde hace varios años muestras serológicas de pacientes vacunados que han servido para la realización de estos trabajos científicos.
El objetivo principal ha sido identificar los elementos que influyen en la respuesta humoral (la forma en que el sistema inmunológico se defiende de las infecciones) después de la vacunación estacional frente a la gripe, con especial énfasis en determinar cuáles de ellos tienen el mayor impacto en la inducción de respuestas protectoras.
Los resultados obtenidos en esta línea de investigación se han materializado en cinco publicaciones originales indexadas en diversas revistas internacionales en el cuartil 1 y con factores de impacto entre 5 y 19 puntos.
Estas son las contribuciones más relevantes por su importancia y novedad en este ámbito de estudio:
– En primer lugar, se ha demostrado que las vacunas no adyuvadas (aquellas que no contenían sustancias o procedimientos que incorporados al antígeno o inyectados simultáneamente con él podían hacer más efectiva la respuesta inmune) provocaron una mayor respuesta frente al subtipo del virus de la gripe A(H1N1)pdm09, mientras que las vacunas adyuvadas provocaron una mayor respuesta ante el subtipo del virus de la gripe A(H3N2) en personas mayores de 65 años (1).
– En segundo término, se encontró que tanto la edad como el sexo biológico son variables importantes para inducir las respuestas vacunales. Las respuestas de anticuerpos que se objetivaron en mujeres mayores de 65 años son más intensas al virus de la gripe A(H1N1)pdm09 que los hombres de la misma edad (2).
– Se ha demostrado que la vacunación trivalente (vacunas que protegen contra tres cepas de la gripe), que protege contra dos subtipos de la gripe A y un linaje de la gripe B, produce una respuesta de anticuerpos frente al virus de la gripe B que está en la vacuna, pero también frente al que no estaba incluido, siendo la primera más fuerte. Al ser vacunadas con vacunas que contienen solo el linaje B/Victoria, las personas menores de 65 años presentan una mejor respuesta que los mayores de 65 años (3).
– Se ha descubierto que algunas partes (epítopos antigénicos) de la proteína hemaglutinina del subtipo de gripe A(H1N1)pdm09 generan respuestas más potentes de anticuerpos que otras que son menos inmunodominantes. Además, se observó que la edad y el uso de adyuvantes en dichas vacunas aumenta el repertorio de respuestas frente a las partes menos dominantes de estas proteínas (4).
– Finalmente, se demostró a través de virus gripales modificados en laboratorio que la vacuna estacional puede generar anticuerpos frente a la zona del tallo de la hemaglutinina, que es una zona de la misma que está mucho más conservada, y por tanto es menos variable, pero que también genera respuestas de anticuerpos menos potentes que la cabeza de la hemaglutinina. Además, se observó que existían diferencias en la respuesta a este tallo en función de la edad, siendo más intensas en personas menores de 50 años (5).
Estos hallazgos pueden tener un claro impacto en la toma de decisiones de salud pública y en la investigación con futuras vacunas, debido a que los datos proporcionados muestran una línea de investigación por la que se debe seguir para mejorar las vacunas existentes, haciéndolas más polifacéticas y orientando la vacunación a las personas más vulnerables.
La investigación se ha llevado a cabo en colaboración con el Laboratorio liderado por el profesor burgalés Adolfo García-Sastre, que forma parte del Icahn del Mount Sinai, en Nueva York. La doctora Teresa Aydillo Gómez, quien trabaja en este centro, ha colaborado en la dirección de la tesis junto con el doctor José María Eiros Bouza, catedrático de Microbiología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Valladolid y Director del Centro Nacional de la Gripe, y el doctor Iván Sanz Muñoz, quien es su responsable científico.
A lo largo de las últimas cuatro décadas, el grupo vallisoletano ha desarrollado una trayectoria consolidada en el ámbito de las infecciones causadas por virus. Hasta la aparición del SARS-CoV-2, la gripe ha jugado un papel importante en ellas. Los artículos publicados cuentan con la colaboración de expertos en Medicina Preventiva y Salud Pública, como el doctor Castrodeza Sanz, y en Microbiología, con las doctoras Rojo Rello y Domínguez-Gil, y el doctor Ortiz de Lejarazu.
Los hallazgos de esta investigación destacan la importancia de desarrollar nuevas vacunas o tratamientos que centren la respuesta en regiones de las proteínas que estén más conservadas y que generen mayor respuesta de anticuerpos, como por ejemplo el tallo y algunos epítopos antigénicos descritos en la hemaglutinina.
Además, estos resultados destacan la importancia de desarrollar vacunas “universales” que brinden una protección más duradera y frente a varios subtipos de virus de la gripe. En este escenario, uno de los desafíos más importantes reside en la creación de vacunas que protejan contra los virus de la gripe, el virus respiratorio sincitial y el SARS-CoV-2, los que actualmente más impacto presentan en la salud humana.