Una nueva carrera espacial está en marcha, y todo parece indicar que en el escenario entrarían China, India, Japón y Emiratos Árabes Unidos como nuevos protagonistas. Aunque la disputa de 1967 por llegar a la Luna probó la capacidad tecnológica y científica de la Unión Soviética y los Estados Unidos, las reglas han cambiado y ahora el objetivo es más ambicioso.
Ir a la Luna es un proceso costoso: las primeras cuatro misiones del programa Artemis (o Artemisa) costarían 4.100 millones de dólares, cifra que generó un reto inmenso para las naciones. Dicho proyecto, liderado por la NASA y otras agencias del mundo, pretende facilitar la exploración y las actividades comerciales para los próximos años.
Por qué hay interés en volver a la Luna
El interés por colonizar el único satélite natural de la Tierra no es nuevo: a lo largo de los años esta dinámica ha atravesado distintas e importantes etapas para explorar su suelo y conquistarlo, con el objetivo de posicionar satélites que le permitan al ser humano estar mejor comunicado y posicionado.
El director del Observatorio Astronómico Nacional (OAN) de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), Armando Higuera Garzón, señaló que “después de la llegada del primer hombre a la Luna –el 20 de julio de 1969–, de la colonización al espacio circundante a la órbita terrestre para posicionar satélites, y de la creación de estaciones espaciales, ahora los ojos están puestos en obtener recursos minerales en la Luna”.
“Por ejemplo con la regolita, presente en algunas partes de la superficie lunar, se podrían construir casas y estaciones para que las personas puedan vivir largos periodos allí, ya que no se pueden llevar elementos desde la Tierra para crear estas estructuras”, explica.
Qué otros materiales interesantes hay en la Luna
Por su parte el profesor Carlos Caicedo, director del Instituto de Estudios en Comunicación y Cultura (IECO) de la UNAL, explica que “la Luna es un sitio importante porque posee minerales de todos los cinturones de meteoritos, que se convertirían en la gran industria de los próximos años”.
Y aunque a menudo se estima que los asteroides son objeto de esta atención, la Luna puede contener un recurso muy valioso: el helio-3, isótopo de este gas noble que no es radioactivo y que se ha propuesto como una óptima fuente de combustible alternativa al uranio.
“Traer una fracción de estos recursos puede llegar a valer cientos de millones en oro o en platino, por lo que es una actividad nueva que llegaría a generar importantes ganancias y beneficios para los Gobiernos”, señala el profesor Higuera.
rando que en un futuro se tenga la posibilidad de enviar robots de exploración a la Luna, los cuales, además de un adelanto tecnológico, representarían un beneficio económico para el país.
Posibilidades del turismo espacial
Una muestra del interés que genera la Luna y su posible riqueza mineral son los proyectos privados para incursionar en el satélite terrestre, como SpaceX, empresa del magnate estadounidense Elon Musk, quien promete fundar una “colonia humana” en Marte.
Para el profesor Higuera, “la exploración turística puede ser un primer escenario para que el sector privado genere otro tipo de rentabilidades y construya proyectos científicos como bases lunares, minería lunar y colonias en Marte”.
Siguiendo con esta idea, señala que aunque Estados Unidos ha llevado la ventaja por mucho tiempo, en los últimos años China ha avanzado bastante, llegando incluso a ser el primer país en alunizar un rover –vehículo de exploración espacial diseñado para moverse sobre la superficie de un planeta u otro objeto astronómico– en la cara oculta de la Luna.
Esta región no había sido visible o examinada de esta forma, por lo que representa un importante paso para que el país asiático pueda poner su tecnología y seguir ganando conocimiento en la lucha y carrera por conseguir extraer minerales.
Solo el futuro dictará el progreso y avance que tengan los países en cuanto a la exploración lunar, que es sin dudas un reto tanto tecnológico como económico para las sociedades, y que en los tiempos por venir podría generar grandes cambios en el desarrollo de la vida de los seres humanos.