Un total de ocho universidades andaluzas, dos de Murcia, tres de Alicante y la de Castilla-La Mancha desarrollarán programas universitarios de formación para el empleo de jóvenes con discapacidad intelectual, en el marco de la quinta convocatoria de ayudas de Fundación ONCE que se implantará durante el curso académico 2021-22, de acuerdo a la resolución definitiva, publicada este mes de julio.
La iniciativa, que se lleva a cabo por quinto año consecutivo, cuenta con el apoyo financiero del Fondo Social Europeo (FSE), a través del Programa Operativo de Empleo Juvenil (POEJ), y está dirigida a todas las universidades españolas y centros adscritos.
De las 31 universidades españolas que han sido seleccionadas en total, figuran las andaluzas de Almería, Granada, Jaén, Córdoba, Málaga, Sevilla, Huelva y Pablo de Olavide.
Completan el programa las madrileñas de Alcalá de Henares, Camilo José Cela, CEU San Pablo, Complutense y Politécnica; las valencianas de Alicante, Miguel Hernández y Jaume I; las catalanas de Barcelona, Pompeu Fabra, Ramón Llull y Rovira i Virgili; las gallegas de A Coruña y Vigo; además de las de La Rioja, Cantabria, Castilla-La Mancha, Universidad Pública de Navarra y la Universidad de Extremadura. También impartirán cursos la Universidad Católica de Murcia, la Universidad de Murcia y las castellano y leonesas de Salamanca y Burgos.
El objetivo principal de este programa es implicar a las universidades, como agentes decisivos en la inclusión social, en la formación de jóvenes con discapacidad intelectual, cuyo acceso a la educación superior resulta aún insignificante.
Actualmente no hay datos estadísticos de personas con discapacidad intelectual en la educación superior y su presencia se limita a casos aislados. A nivel global, las personas con discapacidad sólo están representadas en un 1,7% en los estudios universitarios de grado y el porcentaje es aún inferior cuando hablamos de estudiantes de máster, posgrados o doctorados.
Solamente entre el 5 y 6% de las personas con discapacidad tienen estudios universitarios hoy en España, a pesar de que la Estrategia Europea 2020 habla de un horizonte del 40%.
BALANCE EDICIONES
Gracias a esta iniciativa, a lo largo de las cuatro primeras ediciones un total de 1.229 jóvenes con discapacidad han podido conocer la realidad universitaria. Además, han mejorado su perfil profesional gracias a las prácticas laborales que se incluyen dentro del programa, lo que en muchos casos ha supuesto una contratación posterior.
Fundación ONCE quiere lograr la inclusión social por medio de la formación y el empleo de las personas con discapacidad. Dentro de este colectivo, los jóvenes con discapacidad intelectual representan un grupo con especiales dificultades de inserción laboral, debido a su bajo nivel formativo, por lo que es precisa la realización de actuaciones concretas para invertir esta situación y mejorar su empleabilidad.
Diversas investigaciones ponen en evidencia que la formación de personas con discapacidad intelectual en el entorno universitario en competencias profesionales generales, contando con una titulación emitida por la universidad, incide positivamente en su inserción laboral en diferentes sectores empresariales y supone un crecimiento mutuo para el alumnado con y sin discapacidad.