La Universidad de Huelva (UHU) acoge una investigación sobre el exilio de las escritoras españolas tras la Guerra Civil, un trabajo que lleva a cabo desde principios de año la profesora investigadora postdoctoral de la Onubense MariLuz Bort Caballero, quien también coordina el archivo Graciela Palau de Nemes a través de la Cátedra Juan Ramón Jiménez.
Esas son las dos facetas investigadoras que desarrolla esta profesora onubense que fue seleccionada por la Junta de Andalucía, a través del Plan de Desarrollo de Investigación e Innovación, para ocupar el referido puesto en la Facultad de Humanidades, donde Bort Caballero compagina esa función con su labor docente.
La profesora ha apostado por continuar con su proyecto personal sobre el que versó su tesis doctoral, el estudio del exilio de las escritoras españolas en el 39, una labor que inició en 2013 en la Universidad de Maryland.
Su actividad investigadora comienza en el marco del Máster de Literatura y Lenguas europeas que había iniciado previamente en la Onubense y que continuó a distancia desde la Universidad de Harvard mientras impartía clases de lengua y cultura españolas, gracias a una beca concedida por la Universidad de Huelva. Allí, emprende su investigación sobre la figura de Zenobia Camprubí, momento en el que también inicia su vinculación con la Fundación Juan Ramón Jiménez.
Mari Luz Bort Caballero, titulada en Filología Inglesa por la Universidad de Huelva, se dedicó a la Zenobia joven, “prejuanramoniana”, sobre quien, en concreto, realizó un estudio de traducción de sus primeros escritos en revistas norteamericanas, lo que le sirvió de “puente de investigación” para sus estudios postdoctorales que lleva a cabo en la actualidad.
A continuación, tras dos años en Harvard, se traslada a la Universidad de Maryland para realizar sus estudios doctorales y ser instructora de lenguas y literaturas hispánicas, donde coincide con la catedrática cubana de Literatura hispanoamericana: Graciela Palau de Nemes, a quien Bort Caballero ya había conocido previamente durante sus estudios del máster de la mano de la Fundación Juan Ramón Jiménez, entidad con la que ahora trabaja en el antes referido archivo que lleva el nombre de esta reconocida crítica literaria nacida en Cuba en 1919 y fallecida en Maryland en 2019, a los 100 años.
Mari Luz Bort Caballero considera que investigar sobre las escritoras españolas exiliadas era “una deuda histórica, literaria y cultural” que se tenía con estas mujeres, pues “vivieron un exilio igual que lo vivieron los escritores y deben tener el espacio y el protagonismo que se merecen”, subraya esta profesora investigadora postdoctoral de la Universidad de Huelva, al tiempo que admite que se interesó por este ámbito de la investigación al vivir también la experiencia de trasladarse a Estados Unidos y, sobre todo, por sus primeros estudios sobre Zenobia Camprubí.
“Ella fue la que me abrió la puerta a las mujeres de la Edad de Plata de la Literatura española”, prosigue Bort Caballero, que vio además que “apenas se había investigado” sobre ese ámbito. “Se estaban recuperando las antologías de estas mujeres poetas, pero faltaba un estudio teórico de esa poesía que encajara con el trauma del desplazamiento, de la huida forzada y de la guerra civil”, subraya.
Mari Luz Bort realizó varias estancias de investigación en el Archivo de la Memoria histórica, en el Centro de la Mujer de la Universidad de Salamanca y en la Residencia de Estudiantes durante sus años de doctorado en la Universidad de Maryland, estancias becadas por esta institución. Terminada su tesis doctoral, que fue defendida en octubre de 2019 en la Universidad de Maryland, Mari Luz Bort Caballero regresa a España, trabaja durante varios meses en la Universidad Isabel I en Burgos y la seleccionan para la única plaza de profesora investigadora postdoctoral de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Huelva.
Bort Caballero destaca que ha aprendido “muchísimo” durante su amplio periplo en los Estados Unidos, que se prolongó de 2011 a 2019. “He aprendido muchísimo y he crecido muchísimo a nivel personal, como docente y como investigadora. Me fui siendo una persona y vengo siendo otra”, afirma la profesora, que ve “bastante positivo venir con esa mochila y estar en mi universidad cuna con ese aprendizaje y así formar a las nuevas generaciones”.