Científicos europeos demandan en un artículo publicado en la revista Science la prohibición definitiva del uso veterinario del diclofenaco, un fármaco antiinflamatorio no esteroideo (AINE) altamente tóxico para aves carroñeras, como es el caso del buitre. La carta está liderada por Antoni Margalida, investigador del grupo de investigación en Gestión de Recursos Cinegéticos y Fauna Silvestre del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos – centro mixto de investigación dependiente de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), la Junta de Comunidades y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas-, y tiene su origen en un artículo publicado recientemente, entre otros, por investigadores del propio centro ciudadrealeño en el que se documentó la muerte de un joven buitre negro en un nido de Cataluña en septiembre de 2020 por exposición al diclofenaco.
Los científicos firmantes del artículo -Margalida, A., Green, R. E., Hiraldo, F., Blanco, G., Sánchez-Zapata, J. A., Santangeli, A., Duriez, O., Donázar, J. A.- manifiestan en el mismo que a pesar de estar documentada la disminución en un 95 % de las poblaciones de buitres en el sur de Asia en la década de los noventa por el uso veterinario del fármaco antiinflamatorio no esteroideo diclofenaco, éste fue aprobado en España en 2013 a pesar de las fuertes advertencias de que podría conllevar impactos negativos sobre las poblaciones de buitres europeos.
Los autores de la carta advierten de que las poblaciones reproductoras de buitres en España representan más del 90 % de la población total de buitres europeos y que el uso de diclofenaco en el ganado podría contribuir a una tasa de mortalidad anual adicional de entre el 0,9 y el 7, 7 % en el buitre leonado español. En este sentido, recuerdan que el buitre descubierto en septiembre fue rastreado por una etiqueta de GPS, sin embargo, y dado que las aves sin marcar son más difíciles de encontrar, “es probable que más buitres hayan sido envenenados por diclofenaco pero que no se hayan encontrado”.
A este respecto, Antoni Margalida apunta que “el caso de la intoxicación por diclofenaco en España representa un momento decisivo que demuestra que el diclofenaco de uso veterinario no solo entra en la dieta de los buitres en España, sino que también los mata. Debería prohibirse el uso veterinario del diclofenaco en Europa, y las licencias de uso de otros AINEs tóxicos para los buitres requieren una revisión urgente”.
Por su parte, Rhys Green, presidente de SAVE (Save Asian Vultures from Extinction) y profesor de la Universidad de Cambridge, además de coautor de la carta en Science, comenta que “la amenaza que representa el diclofenaco y otros AINEs tóxicos era obvia antes, pero esta última evidencia publicada debería convencer a los reguladores de que los protocolos y directivas veterinarias son inadecuados. La única forma de prevenir daños a las poblaciones de especies protegidas de buitres es rescindir las licencias en Europa para la producción de diclofenaco de uso veterinario y otros AINEs tóxicos para los buitres. Cuando sea necesario, otros medicamentos veterinarios que se sabe que son seguros para los buitres, como el meloxicam, deben usarse en su lugar”.
Esta demanda también está en consonancia con la reciente resolución de la Convención de Especies Migratorias, que entre los pasos clave necesarios para los AINEs tóxicos exige un esfuerzo internacional para eliminar el diclofenaco de la práctica veterinaria.