Estudiantes del Grado en Ingeniería Forestal y Medio Natural; del Máster en Ingeniería de Montes; y del Doctorado en Ciencias Agrarias y Ambientales, de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos y de Montes (ETSIAM) de Albacete llevan a cabo una actividad formativa en el campo sobre tratamiento de áreas forestales arboladas, como parte del proyecto: “Plantando Cara al Fuego” (PCF). Recientemente realizaron una de las actividades que consistió en la planificación, preparación y ejecución de quemas prescritas en los municipios de Molinicos y Ayna.
Esta actividad se ha llevado a cabo gracias al trabajo de los Servicios de Extinción de Junta Comunidades Castilla-La Mancha (INFOCAM), al personal de la empresa pública GEACAM y al apoyo de la Pau Costa Foundation. Tras la formación recibida, se implicó al alumnado universitario (Grado en Ingeniería Forestal y Medio Natural, Máster Universitario Ingeniería de Montes y Programa de Doctorado en Ciencias Agrarias y Ambientales) y al del Centro Integrado de Formación Profesional (CIFP) de Aguas Nuevas (Gestión Forestal y del medio Natural), para ejecutar el plan de quemas en “La Moraleja”, en el término municipal de Molinicos y Ayna (Albacete).
“Plantando Cara al fuego” (PCF) es un proyecto respaldado por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) y coordinado por la Universidad Santiago de Compostela, dentro de la línea de actuación relacionada con Educación y Vocaciones Científicas. “En este proyecto abordamos la problemática de los incendios forestales y la consecución de varios Objetivos de Desarrollo Sostenible, incidiendo en la educación ambiental, la formación de los estudiantes de diferentes niveles educativos y la concienciación social acerca de la importancia de evitar conductas que puedan propiciar el inicio o favorecer el avance de los incendios forestales”, tal y como indica el coordinador del proyecto, Daniel Moya.
Estas actividades de educación ambiental, que incluyen diversas zonas de trabajo y estudiantes de distintos niveles de Secundaria y Formación Profesional, son parte del trabajo de divulgación y diseminación de la información y herramientas de gestión forestal, basadas en conocimiento científico, aplicables a la gestión preventiva y mitigación de daños de la severidad y recurrencia de incendios; a la valoración de la respuesta de los ecosistemas y especies ante diferentes grados de severidad y recurrencia; y a la actividad restauradora tras ellos.
Esta problemática es especialmente grave en el sureste de la Península Ibérica, como explica el profesor Moya, debido a los procesos de cambio global que propiciarán el aumento de tiempo con alto riesgo de incendio, sequias más acusadas y recurrentes, aumento de la torrencialidad de la precipitación, etc; “además del alto nivel de abandono rural y falta de gestión forestal, unido a una desvinculación de la población, concentrada en las ciudades, de nuestros bosques y paisajes agroforestales”.
Por lo que, indica, es necesaria una actuación directa para mejorar el estado de los ecosistemas y reducir su vulnerabilidad, implementando acciones de gestión preventiva, mediante el uso de quemas prescritas, entendidas como el uso controlado del fuego, para reducir el combustible y romper su continuidad (tanto horizontal como vertical), “bajo unas condiciones específicas que permiten fijar la intensidad de fuego y la cantidad de combustible vegetal a eliminar, según un objetivo propuesto con lo que reducir el riesgo de incendios y su severidad, en caso de producirse”.
Este trabajo, concluye, “promueve la protección de las funciones de nuestros ecosistemas, que al final revierten en nuestra sociedad, los conocidos como servicios ecosistémicos, bien en forma de aprovisionamiento (materia prima como madera, agua o alimentos); regulación (control de erosión, depuración de agua, polinización…), culturales (ocio y turismo); o de soporte (biodiversidad y procesos naturales)”.