La Red Natura 2000 es la mayor red de espacios protegidos del mundo, creada con el objetivo de conservar los usos tradicionales del suelo y las especies y ecosistemas de Europa con mayor amenaza y relevancia ecológica según las Directivas de Hábitat y de Aves. Ahora, un estudio reciente desarrollado por Elena D. Concepción, investigadora del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC), alerta de la amenaza que supone para la Red la creciente expansión urbana hacia estas áreas, urgiendo a los gobiernos de los Estados miembros a que incrementen las medidas de protección y control para frenar la urbanización y consecuente pérdida de biodiversidad en estas zonas.
“En los últimos 30 años, el grado de desarrollo urbano ha superado lo que estaba previsto y lo que era necesario para sostener el crecimiento de la población mundial. La demanda per cápita de suelo para construir es cada vez mayor, de modo que las áreas urbanizadas se expanden cada vez más lejos de núcleos urbanos consolidados y sus alrededores, lo que se conoce como ‘expansión o dispersión urbana’. Esto supone una alteración de los ecosistemas, especialmente cuando afecta a lugares de alto valor de conservación debido a las especies y hábitats que albergan, como es el caso de las áreas protegidas” explica Elena D. Concepción. Dada la falta de conocimiento generalizada sobre el grado de urbanización dentro de los espacios protegidos europeos, la investigadora quiso averiguar cómo esta dinámica está afectando a los espacios dentro de la Red Natura 2000.
En el estudio, publicado en la revista Conservation Biology, la investigadora del MNCN analizó datos sobre el porcentaje de superficie urbanizada y su tasa de crecimiento dentro y fuera de la Red. “Los resultados muestran que, aunque la superficie urbanizada es menor dentro que fuera de la Red, la tasa de crecimiento de esta cubierta es superior dentro de los espacios Natura 2000, lo que indica una incipiente expansión urbana hacia estas zonas”, señala Concepción. El estudio muestra que, en general, las áreas más afectadas son las más próximas a núcleos de población densamente poblados y las que tienen un menor número de especies y hábitats de interés para la conservación, pero en algunas zonas de alto valor ecológico existe también un alto porcentaje de cubierta urbanizada o la expansión de la misma ha sido elevada. Por ejemplo, algunos espacios pequeños que albergan alta diversidad de especies, gran parte de ellos concentrados en la región del Mediterráneo, están también afectados por la urbanización y son especialmente vulnerables.
“La Red Natura cuenta con medidas para la protección de estos espacios, pero no son suficientes. Es necesario que los Estados miembros instauren medidas legales de protección y control más estrictas para evitar la expansión urbana en estas zonas, especialmente en las que están sometidas a una mayor presión de urbanización, es decir, aquellas que están cerca de núcleos urbanos densamente poblados, y en las más vulnerables, con mayor porcentaje y/o crecimiento de cobertura urbanizada, con alto valor de conservación y pequeño tamaño”, concluye la investigadora.