La asociación ‘Monumento Natural Encina la Peana’ ha contratado el proyecto de investigación y estudio científico que arrojará el diagnóstico para salvar al ejemplar milenario
La asociación ‘Monumento Natural Encina la Peana’ ha contratado los trabajos profesionales del Botánico, Experto en Árboles Monumentales, Bosques y Biodiversidad, Bernabé Moya y de José Moya, Licenciado en Ciencias Ambientales e Ingeniero Agrícola, para la realización del proyecto de investigación y estudio científico ‘Estudio Botánico Dendrológico para la Restauración del Monumento Natural Encina de la Peana’ de Serón. Este proyecto pretende conocer la resistencia estructural del árbol milenario mediante diferentes pruebas instrumentales realizadas por los profesionales que arrojarán un diagnóstico para su tratamiento.
El equipo, desplazado a Serón estos días, trabaja ya en el estudio instrumental mediante el resistógrafo, que mide la resistencia de la madera de la encina; qué proporción de esta queda sólida o que parte presenta más riesgo de romperse. Con todos las pruebas que realicen durante varias jornadas, los profesionales determinarán si el árbol puede padecer un colapso (se vendría abajo), un hundimiento (fallo de la estructura basal que soporta el peso de la copa); un vuelco (arranque de raíz); un desgajamiento (una grieta que abriera el ejemplar arbóreo por la mitad) o una fractura por partes (donde las diferentes zonas tendrían dificultades puntuales que le provocarían una caída por trozos).
Los hermanos Moya son conscientes de la gravedad del especimen milenario que ya han visitado en varias ocasiones, pero sabedores de la resistencia y longevidad de estos ejemplares, trabajan sin descanso en el estudio instrumental que arrojará un diagnóstico en unas pocas semanas para proceder a su tratamiento.
Una vez analizado el estudio de la estructura, los profesionales tendrán la capacidad de determinar las características que debe tener la estructura que soporte el árbol.
A juicio de Bernabé Moya, este monumento natural “merece el mismo trato y tiene los mismos derechos de recuperación” que cualquier otro monumento conocido en el mundo.
Para Moya la encina de la Peana es uno de los árboles monumentales más importantes y valiosos de toda España “por su valor botánico, histórico, ecológico y social”. “El ejemplar presenta un buen vigor, pero a mediados del año 2020 aparecieron en el tronco y algunas ramas principales, una serie de signos que evidenciaban una debilidad de orden biomecánico”. Para el botánico este tipo de problemas estructurales pueden tener solución si se le proporcionan toda una serie de sistemas de apoyo y sustentación y un seguimiento en la evolución de su estado de salud.
El equipo profesional que atiende la peana de Serón está “salvando” en la actualidad otros ejemplares arbóreos de gran belleza y porte por toda la geografía mundial, como la Glicina del Museo de la Radio de Ponferrada; el ciprés de San Francisco de Asís en Italia; el primer ejemplar de Sofora del japón plantado en Europa plantado en el jardín botánico o diferentes robles de Francia, Suiza o Polonia.
Moya ha querido reconocer la extraordinaria labor realizada hace unos meses por el equipo de emergencia de vecinos de Serón, que logró estabilizar la grieta con apoyos provisionales.
Recordar que la asociación ‘Monumento Natural Encina la Peana’ es una organización sin ánimo de lucro, cuyo objetivo es tratar de salvar de una muerte anunciada este árbol milenario declarado Monumento Natural de Andalucía.
Varias personas, entre estas, los propietarios del terreno donde descansa el singular árbol, activistas de la naturaleza y vecinos del pueblo y de barriadas de la sierra de los Filabres, constituyeron oficialmente esta sociedad presidida por Manuel Pérez Sola, miembro del Grupo Ecologista Mediterráneo.