Un TFM de la UAL sobre la sexualidad de las mujeres en la España franquista logra proyección internacional

La revista Women’s Studies International Forum ha publicado el resultado de una investigación de la alumna María Toledano para su trabajo final del máster en Ciencias de la Sexología de la Universidad de Almería dirigido por el profesor Cayetano Fernández Sola.  

El artículo ha visto la luz bajo el título ‘Female sexuality during an era of political repression in Spain. A qualitative study on the survivors of Francoism’.

El máster aborda el hecho sexual humano desde múltiples perspectivas, psicológica, biológica, clínica, educativa, antropológica, filosófica o histórica, por ejemplo, algo que ha quedado reflejado en este estudio realizado por una alumna, María Toledano Sierra. Enfermera, se ha formado como sexóloga cursando esta muy consolidada propuesta de postgrado en la UAL. Junto a ella, el equipo investigador lo han formado el referido Cayetano Fernández, como director del TFM, José Granero, Mari Ángeles Pomares, José Manuel Hernández, María del Mar Jiménez y María Dolores Ruiz.

Cabe resaltar que el estudio tiene un enfoque de género, no historicista, sobre experiencias de las mujeres que vivieron la época de represión política durante el régimen franquista. Ellas han ido relatando cómo vivieron su sexualidad durante esa época, pero también cómo repercuten estas vivencias en su visión actual de la sexualidad y en sus propias vidas afectivo-sexuales. Han sido 14 las mujeres entrevistadas, diez individualmente y cuatro participado en un grupo de discusión. Se han reclutado en residencias o sus domicilios no solo en la provincia de Almería, sino Murcia y Granada también. Del análisis de las entrevistas han emergido varios temas principales, como que el entorno social de represión instaurado por el franquismo sí que alcanza a la sexualidad, o la existencia de tabúes, así como la inexistencia de educación sexual.

Como conclusiones, el estudio dice que las mujeres fueron testigos, pero también objeto de un sistema de represión política, religiosa y social, que las tuvo subyugadas al hombre, a la vez que víctimas y partícipes de una estricta moral nacional-católica que se infiltró en todos los órdenes de la vida. Asegura que el disfrute sexual era considerado pecaminoso y sólo podía entenderse el sexo autorizado por la Iglesia dentro del matrimonio, como un derecho del hombre o con fines meramente reproductivos. Las consecuencias socioculturales de aquella época se extienden hasta la actualidad para estas mujeres, que no recibieron en su vida ningún tipo de educación sexual y que siguen mostrando temor o rechazo a la homosexualidad o al sexo por placer. El sistema de valores que interiorizaron, a veces, les impide rehacer su vida de pareja por los mismos temores que entonces las atenazaban: temor a las opiniones ajenas, a sus mismas compañeras o a Dios.

De todo ello habla ‘Sexualidad de las mujeres durante una etapa de represión política en España. Un estudio cualitativo en supervivientes del franquismo’. Esta investigación ha profundizado de un modo especial en el entorno social, ya que la vida sexual, sobre todo de la mujer, no fue algo íntimo, ajeno a ese entorno. Los participantes han señalado que el franquismo inició una ola de represión que tuvo repercusiones en todas las áreas de la vida política y social y han insistido en la obsesión del régimen por reprimir cualquier asunto relacionado con la sexualidad. Las mujeres cercanas ideológicamente al bando Republicano percibieron una opresión sexual explícita, bajo amenaza de castigo, mientras que otras lo tomaron de manera implícita, a través de la educación y la socialización. A esto han sumado que a la represión sexual contribuyeron el patriarcado, la religión y la hipocresía de una sociedad que medía las conductas sexuales con un doble rasero, en función de si eran protagonizadas por hombres o por mujeres. Gran parte de las mujeres se han referido a que se unieron en matrimonio muy jóvenes, a la fuerza y sin amor, porque en el fondo no tenían más remedio que ceder a las influencias.

Se ha extraído que uno de los tabúes más importantes de la época era la homosexualidad. Se entendía que la practicaban personas extraviadas, antinaturales, proclives al vicio. Y es que, si la finalidad de las relaciones sexuales era procrear, no se podía entender la homosexualidad. El placer, la libertad y una vida sexual saludable estaban excluidas del imaginario social de la época. Otro de estos tabúes a los que han aludido las participantes es la masturbación y el sexo por placer, sobre los que también pesaba el estigma asociado al género: era pecado, sobre todo en la mujer, pese a que para algunas participantes las relaciones sexuales en el matrimonio no eran placenteras ni siempre deseadas y/o consentidas. Algunas han comprendido que hoy en día sería considerado una violación dentro del matrimonio. La formación específica que se daba a las mujeres iba encaminada a la crianza de los hijos, el mantenimiento del hogar y la obediencia a dios y al marido, sin rastro de la educación sexual. Por último, el estudio aborda las secuelas actuales de ese panorama, caracterizadas por el miedo a lo desconocido o a lo que siempre se ha temido, por ejemplo, la capacidad de tener amistades masculinas se ve seriamente dificultada.

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