Un libro repasa el incidente de Palomares y sus consecuencias

Barriles con tierra de Palomares contaminada.

El libro Silencios y deslealtades, que se presenta el lunes 18, a las 19 horas en Librería Picasso de Almería (calle Reyes Católicos, 17) describe y reflexiona sobre lo acaecido en el accidente nuclear de Palomares en 1966 y sus consecuencias, de cómo las personas afectadas se convirtieron hasta hoy en ciudadanos de segunda clase para los dos países implicados. El libro está estructurado en entrevistas para facilitar la voluntad divulgadora con la que ha sido concebido. Los cuestionarios han sido elaborados por el profesor Salvador López Arnal para José Herrera Plaza. 

La cronología de los hechos, los índices, las fotografías y el resto de material gráfico complementan y facilitan la reconstrucción histórica de un suceso tan dramático como apasionante, ocultado, minimizado a lo largo de estos cincuenta y tres años, desconocido por la mayoría de la opinión pública.

Lo sucedido en 1966 es considerado por los EE.UU. el accidente atómico más importante hasta el desastre de Chernóbil en 1986. La pedanía de Palomares sigue teniendo cerca uno de los parajes del planeta más contaminados por plutonio, a la espera de una descontaminación que no llega. El accidente continúa siendo uno de los sucesos más oscuros y desconocidos de la dictadura, plagado de falsos mitos y leyendas y muchas cosas que ocultar. La desclasificación de parte de la documentación en estos últimos años ha permitido desmontar la historia oficial sostenida indistintamente, sin apenas matices, en dictadura y en democracia.

Recordemos que en enero de 1966, en plena Guerra Fría, colisionaron en los cielos de Palomares (Almería) un avión cisterna y un bombardero estratégico estadounidense B-52. Cayeron cuatro bombas termonucleares, cada una de ellas 75 veces más potente que la bomba de Hiroshima. Dos de ellas contaminaron algo más de 400 hectáreas; otra estuvo perdida en las profundidades del Mar Mediterráneo durante 80 días. 

Los EEUU y España realizaron una descontaminación apresurada y parcial. Varios kilogramos de plutonio fueron abandonados en el área afectada, causa de que estemos ante una historia abierta, todavía pendiente de solución. Con más de medio siglo de recorrido en su haber y 41 hectáreas contaminadas a la espera de su rehabilitación, Palomares sigue siendo un asunto por resolver, con un futuro cargado de incertidumbre.

Sobre los autores

José Herrera Plaza (Almería, 1955). Casi toda su vida la ha dedicado a la imagen en sus distintas manifestaciones. En Canal Sur Tv ha trabajado en diferentes categorías profesionales. Desde 1986 ha realizado el seguimiento de la problemática del accidente y sus consecuencias. Ha escrito numerosos artículos históricos en diferentes medios sobre el particular. Dirigió el largometraje documental Operación Flecha Rota en 2007 y es coautor del libro homónimo, coorganizador de exposiciones en el Centro Andaluz de la Fotografía sobre el accidente (2003 y 2016) y autor del libro de referencia y consulta: Accidente Nuclear de Palomares. Consecuencias (1966-2016).

Salvador López Arnal (Barcelona, 1954) es miembro del CEMS (Centre d’Estudis de Moviments Socials) de la Universidad Pompeu Fabra. Editor de algunos ensayos de Manuel Sacristán y Francisco Fernández Buey, ha publicado, junto al profesor Eduard Rodríguez Farré, Casi todo lo que usted  desea saber sobre los efectos de la energía nuclear en la salud y el medio ambiente (2008)  y Crítica de la (sin)razón nuclear. Fukushima, un Chernóbil a cámara lenta (2018)en Ediciones de Intervención cultural. Es autor de La destrucción de una esperanza (2010), La observación de Goethe (2015) y Siete historias lógicas y un cuento breve (2017). Colabora usualmente en las revistas El Viejo Topo y Papeles de relaciones ecosociales y del cambio global, y en el diario electrónico rebelion.org.

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