Las hermanas Tatiana y Lidia Guerrero Frías muestran hasta el 15 de septiembre una interesante exposición de pinturas y cerámica en el Faro de Roquetas de Mar. Las dos hermanas, nacidas en Roquetas, vuelven a exponer sus trabajos en el Faro de Roquetas, justo tres años después de realizar su primera exposición.
En este tiempo se han producido una serie de cambios en la vida artística de estas hermanas. Lidia Guerrero hace tres años estaba estudiando Bellas Artes, hoy ya ha acabado la carrera y Tatiana Guerrero está ilusionada con sus pinturas más que nunca y además tiene más experiencia.
Tatiana Guerrero se ha inclinado más por la pintura que por la cerámica. A los siete años descubrió su vena artística, puesto que en su familia no se conoce ningún pintor y comienza a recibir clases de Juan Ibáñez. Después estuvo en la Escuela de Artes de Almería y luego estudió en la Facultad de Bellas Artes de Granada.
“Aunque toco la escultura, me gusta más la pintura”, dice Tatiana, la cual explica su obra señalando que “me baso en lo clásico, pero mucho más encaminado hacia lo abstracto. No intento hacer el típico cuadro clásico, sino que lo vinculo más a lo contemporáneo”.
Tatiana es una joven de 25 años muy alegre y eso se nota en las tonalidades de los colores que suele utilizar con mayor frecuencia en su obra. “Me gustan mucho los rojos y la policromía lo más variada. Me encanta que en la obra salgan los colores a relucir”. Antes había participado en dos exposiciones colectivas con la Facultad en Granada y ahora realiza su segunda exposición, en su tierra natal.
Tatiana Guerrero es una artista con bastante proyección, a tenor de la facilidad con que crea su obra. Es una obra llamativa, muchas veces cargada de símbolos, pero que hace que el público la observe, esperando que el color, algo fundamental en su obra, se imponga por encima de todo. También trabaja el carboncillo para hacer desnudos. Es una artista a la que le gusta experimentar con distintas técnicas.
Por su parte, Lidia Guerrero se inclinaba hace tres años por la cerámica, aunque ahora también trabaja más la pintura. También empezó muy jovencita, habiendo estudiado en la Escuela de Artes de Almería y habiendo realizado un ciclo de grado superior de cerámica, y ahora acaba de terminar Bellas Artes en Granada. “En el último año me he inclinado más por la pintura, por los planos de color en retratos, paisajes, etc. Empecé y me llamó mucho la atención y me encanta”.
Lidia Guerrero mantiene que “ahora la cerámica esta parada porque en la Facultad apenas se toca. Me gustaría apuntarme una vez más en el taller de cerámica en Roquetas, porque antes estuve mucho tiempo y me gustaría retomarla”, comenta.