El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa y progresiva que produce deterioro en la cognición y demencia, además de trastornos cognitivos, deterioro del control emocional, alteración del comportamiento social y una disminución de la materia gris del cerebro por acumulación anormal de proteínas. En este artículo vamos a darte algunos consejos para facilitarte la comunicación con pacientes que padezcan esta enfermedad.
La velocidad del habla puede afectar la comprensión del mensaje, por lo que es vital articular correctamente los fonemas de cada palabra, garantizando que la persona entienda lo que se le quiere decir; también es importante hablarle de frente, pues esto ayuda a centrar la atención en una comunicación directa.
La fonoaudióloga Judy Costanza Beltrán, profesora de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), socializó en el programa #SaludUnalContigo los resultados de una investigación recogidos en el Manual del cuidador de personas mayores –legado de la profesora de Nancy Stella Landínez Parra–, en el cual se plantean diferentes estrategias para mejorar la relación de los cuidadores con la persona enferma.
La docente explica que “en el Alzheimer el lenguaje se deteriora desde la etapa inicial de la enfermedad, se va perdiendo contenido, semántica, estructura gramatical y capacidad de entender el lenguaje de las otras personas; además, cada vez se hace más difícil encontrar las palabras adecuadas para expresar una idea, y también se va afectando la capacidad de comprender las emociones de otros, de procesar eventos cotidianos y regular los sentimientos”.
¿Cuál es la mejor forma de dirigirse a las personas con Alzheimer?
Una de las estrategias que se plantean en el Manual es estar sintonizados en la comunicación, utilizar la comunicación no verbal (miradas, gestos, contacto físico) y mantener un campo de atención continuo, lo que se traduce en evitar cualquier distracción en el momento de la comunicación.
Así mismo, usar temas de interés que se puedan relacionar con un hecho cotidiano o sobre algún aspecto de la historia de vida del paciente. Lo importante en este punto es simplificar el lenguaje y evitar extranjerismos y palabras con las ellos no están familiarizados.
También es importante no hablar del enfermo como si no estuviera presente. “Por ningún motivo se deben comentar –con nadie– asuntos acerca de la persona delante de ella; no se puede ignorar su presencia, pues a pesar de que no puedan expresarse oralmente con normalidad, sí sienten y razonan; se deben tratar con dignidad y respeto, y siempre como adultos, no infantilizarlos”, señala la experta.
Agrega que “en las primeras etapas de la enfermedad es vital favorecer la independencia de los pacientes, manejar sus emociones y mantener un apoyo psicológico tanto para el cuidador como para el enfermo. En etapas avanzadas, cuando percepción de la realidad se altera, se debe procurar no convencerlos sobre una idea en particular, es mejor cambiar el tema y no entrar en la discusión.
Es bueno mostrarles fotografías que puedan ‘aterrizarlos’ y hacerlos sentir más cómodos con sus vivencias; también se deben generar rutinas y seguridad en el hogar, como asegurar las puertas”.
Por último, la docente Beltrán indica que “lo más importante en la comunicación es entender que la persona con Alzheimer no está sintiendo lo mismo que su cuidador o su familia, que no lo entiende, que no está en el mismo canal emocional, y tratar de evitar la ruptura de los lazos emocionales”.