Pilar Palomo y Antonio García Berrio, nuevos honoris causa de la Universidad de Málaga

Los catedráticos eméritos Pilar Palomo Vázquez y Antonio García Berrio son, desde ayer, doctores honoris causa de la Universidad de Málaga, que reconoce en sus trayectorias su decisiva contribución al estudio de la Literatura y su estrecha vinculación a la Facultad de Filosofía y Letras de la UMA, de la que Palomo fue primera decana.

Ambos llegaron a Málaga en la década de los 70 y fueron testigos de los primeros pasos de este centro. No solo físicos -ya que las aulas fueron pasando de la Alameda Principal al Colegio San Agustín, para acabar finalmente en el campus de Teatinos-, sino también académicos e intelectuales, con la progresiva incorporación a las distintas titulaciones de la facultad de eruditos de la talla de Enrique Lavín, López de Coca, Rosario Camacho, Antonio Garrido o Ruiz Noguera.

Así lo detallaron los protagonistas de esta ceremonia, celebrada en el Rectorado de la UMA ubicado en el Parque de Málaga, por donde García Berrio ha recordado que hace 50 años “realizaba bellísimos paseos diarios desde mi casa en La Malagueta, atravesando los jardines del parque y la cuesta inmediata hasta la calle Císter, entre la ciclópea mole de la Aduana y las gráciles torres que dan entrada a La Alcazaba, hasta llegar al monumental recinto del Colegio San Agustín”.

Humanistas

El acto de investidura de los nuevos doctores honoris causa ha contado con la presencia de destacados miembros de la vida académica de la ciudad. Ha estado presidido por el rector, Teodomiro López, que ha celebrado su primer acto de estas características y ha declarado sentir “un inmenso privilegio por dar la bienvenida a nuestro Claustro a dos eminentes humanistas”.

Pilar Palomo y Antonio García Berrio han ingresado en el más alto estrato de honores y distinciones de la Universidad de Málaga a propuesta de la Facultad de Filosofía y Letras, con los profesores Asunción Rallo y Enrique Baena como padrinos en la ceremonia. En sus laudatios, ambos han repasado sus méritos y han trazado un emotivo repaso por sus trayectorias académicas, literarias y personales.

Pilar Palomo Vázquez

Pilar Palomo es catedrática emérita de Filología de la Universidad Complutense, donde alcanzó la Cátedra de Literatura Española en el año 1967, pasando después por la Universidad de La Laguna y la de Zaragoza, para recalar en la de Málaga, donde fue primera decana de la nueva Facultad de Filosofía y Letras. Volvió a la Universidad Complutense, en 1978, en el seno de la Facultad de Ciencias de la Información, donde ejerció su tarea académica hasta su jubilación. Allí se fundó el Seminario de Investigación que lleva su nombre. Su producción científica está centrada en la Literatura del Siglo de Oro y el teatro, especialmente en Tirso de Molina, cuya obra completa ha editado. Asimismo, ha abordado interesantes estudios sobre literatura española del siglo XIX y XX, desde el Romanticismo (Larra) a Bécquer o Galdós, sin olvidar su interés en las relaciones entre Literatura y Periodismo, con mención especial a las figuras femeninas del siglo XIX.

Antonio García Berrio

Por su parte, Antonio García Berrio es catedrático emérito de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada en la Universidad Complutense de Madrid. En el curso 74-75 llegó a Málaga y formó parte del primer plantel de profesores de Filosofía y Letras. También fue catedrático titular y profesor visitante en cursos de larga duración en las universidades de Bielefeld, Limoges y Paris-X (Nanterre), así como en la Federal de Rio de Janeiro, Ann Arbor (Michigan), Harvard, Duke y el Collège de France. Es doctor honoris causa por las universidades de Valladolid y Alicante. A través de sus numerosas publicaciones ha contribuido significativamente a renovar el estudio de la teoría y crítica literaria, retórica, poética y géneros literarios en el ámbito español e internacional; destacando asimismo su dilata vinculación personal e intelectual con la ciudad de Málaga a través de la dirección desde 2007 de las colecciones ‘Artistas Malagueños Contemporáneos’ y ‘Convivium Málaga’ en colaboración con el Ayuntamiento de esta ciudad.

Ambos han recibido los elementos honoríficos del Doctorado Honoris Causa -el birrete, los guantes blancos, el anillo y el Libro de la Ciencia- de manos del rector, y, a continuación, han manifestado su agradecimiento a la Facultad de Filosofía y Letras y a la propia Universidad de Málaga, en unas primeras palabras en las que se han mostrado felices por unir su investidura al cariño que le tienen a la institución académica.

Mientras que la nueva honoris ha pronunciado un discurso centrado en el malagueño Alfonso Canales y su obra ‘Port Royal’, aludiendo a las reuniones que ambos mantenían en casa de Jorge Guillén, Berrio ha recordado vivencias y contactos, pergeñados a lo largo de su carrera.

Mentores

El rector ha destacado en su discurso “las invaluables contribuciones a los campos de la Literatura, la crítica literaria y la semiótica”.

De Pilar Palomo ha dicho que es “una de las intelectuales más influyentes de nuestro tiempo” y ha destacado en especial “el enfoque innovador en la labor de interpretar cada texto en sus estudios sobre la narrativa española contemporánea”. Además, ha ensalzado su capacidad para ser “una gran mentora y una persona que ha mostrado un enorme compromiso con la educación y la formación de generaciones y generaciones de académicos, con una gran capacidad para motivar y guiar a sus estudiantes”.

Por otra parte, de García Berrio ha afirmado que es “una gran figura en el panorama académico internacional que ha contribuido al desarrollo de nuevas perspectivas y metodologías en el análisis literario”, trabajo que ha trascendido fronteras y ha enriquecido el debate intelectual, aportando nuevas herramientas para la comprensión de la cultura”. Asimismo, ha puesto en valor su capacidad para ser “un mentor generoso con sus discípulos y un maestro inspirador”.

A ambos ha aplaudido su trabajo y su dedicación, “lo que significa el verdadero espíritu de la investigación y de la educación. Por eso, como rector quiero expresar mi más profundo agradecimiento por vuestras invaluables contribuciones y por ser un ejemplo a seguir para todos nosotros”.