Un equipo del Instituto de Ciencias de la Construcción Eduardo Torroja del CSIC se desplaza a La Palma para analizar la seguridad de las viviendas desalojadas por la actividad volcánica. Los Investigadores estudiarán los daños derivados del calor subterráneo y los sismos del volcán de Cumbre Vieja
Un equipo formado por cuatro investigadores e investigadoras del Instituto de Ciencias de la Construcción Eduardo Torroja (IETCC-CSIC), del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, se ha trasladado esta semana a la isla de La Palma para analizar los posibles daños sufridos en la cimentación de las viviendas ubicadas a menos de 5 kilómetros del volcán de Cumbre Vieja.
Este proyecto, que se desarrolla en colaboración con el Ayuntamiento de El Paso en La Palma, permitirá determinar en viviendas desalojadas el grado de afección de los materiales de cimentación por efecto del calor subterráneo y de los sismos derivados de la actividad volcánica.
Hasta el jueves de esta semana, los investigadores del IETCC realizarán un análisis preliminar de la estructura de viviendas desalojadas por su proximidad a las coladas de lava emitidas por el volcán. Este primer estudio permitirá poner en marcha un protocolo de actuación, propuesto por el IETCC, que ayudará a valorar los posibles daños que se hayan podido producir en el hormigón de la cimentación de las viviendas.
Posteriormente, este protocolo podría extenderse a otros edificios ubicados en las zonas afectadas. Y es que, aunque el pasado diciembre se determinó el final del proceso eruptivo, tras 85 días de actividad volcánica en la que se produjeron más de 9.000 seísmos, en abril de este año todavía se registraban casi mil grados centígrados en el material magmático del cráter situado más al sur del edificio volcánico.
En zonas próximas al deslizamiento de lava, a más de 1100ºC prolongados en el tiempo, el subsuelo podría haber alcanzado temperaturas críticas que habrían afectado a las cimentaciones de hormigón de las viviendas. Además, estos posibles daños podrían haberse agravado por los sismos ocurridos durante la erupción. Para su estudio, se tomarán muestras del hormigón de las cimentaciones sobre las que se realizarán ensayos específicos que permitan valorar su grado de afección, si se confirma que se han alcanzado temperaturas críticas para el hormigón.
Los resultados obtenidos servirán a las autoridades para conocer el estado general de las viviendas estudiadas y así elaborar protocolos de seguridad que determinen el posible regreso de sus habitantes con garantía.
Texto y foto: CSIC Comunicación.