Artículo de
María Teresa Coiras
Experta en Virología de la Universidad Europea.
El virus de Nipah apareció por primera vez en 1998 en Malasia y Singapur en relación con un brote de una enfermedad desconocida que surgió entre criadores de cerdos. Es, por tanto, un virus que se transmite de los animales a las personas de manera directa o a través de comida contaminada. Al afectar tanto a cerdos como a personas, produce importantes pérdidas económicas en la ganadería, además de constituir un importante problema de salud pública.
El virus de Nipah puede infectar a otros animales domésticos como perros, gatos, ovejas, cabras y caballos. También se ha descrito la presencia del virus en murciélagos que se alimentan de fruta en África y en países asiáticos como China, Indonesia, Malasia, Tailandia, Camboya, Bangladesh, así como en Australia y Papua Nueva Guinea.
Cómo se transmite el virus de Nipah
Dado que este virus es especialmente contagioso en los cerdos, esto explica que la mayoría de los casos producidos en personas hayan sido causados principalmente a partir del contacto directo con cerdos enfermos. También se han dado casos de contagios en personas mediante el consumo de frutas contaminadas con orina o saliva de murciélagos infectados.
Este tipo de transmisión de animales a personas se conoce como zoonosis y es menos peligrosa que una transmisión directa entre personas. En el caso del virus de Nipah, se ha notificado la existencia de casos de infección del personal sanitario que atendió a personas afectadas en la India y en Bangladesh, lo cual indica que la transmisión entre personas es posible y hace necesario un mejor aislamiento de los afectados para impedir el desarrollo de una pandemia.
Cuál es el periodo de incubación de la infección y cuáles son los síntomas del virus de Nipah
El periodo de incubación de la infección por el virus de Nipah puede variar entre 4 y 14 días, aunque se han notificado casos en los que la aparición de los síntomas se ha retrasado hasta 45 días desde el momento de la infección. Esto, unido a que la infección puede ser asintomática, impide un control apropiado de la transmisión al pasar inadvertida. Sin embargo, también se han descrito casos de personas que han padecido síntomas variados que pueden comenzar como un proceso gripal, con fiebre, dolor de cabeza y de garganta, malestar y dolores musculares, y evolucionar en ocasiones a problemas respiratorios graves, neumonía y síntomas neurológicos que pueden desencadenar encefalitis aguda y, generalmente, letal.
En las personas en las que se desarrolla una enfermedad neurológica es frecuente que queden secuelas como convulsiones o cambios en la personalidad. La tasa de letalidad de la infección por el virus de Nipah varía mucho dependiendo del brote y de la localización geográfica, que puede influir en los medios sanitarios disponibles, pero suele oscilar entre el 40 y el 75%.
Debido a la variabilidad de los síntomas y a que al principio es clínicamente muy similar a cualquier infección causada por un virus respiratorio, el diagnóstico de la infección por el virus de Nipah puede ser compleja. Esto puede afectar a la aplicación temprana de las medidas preventivas y terapéuticas que puedan evitar el desarrollo de una enfermedad neurológica.
¿Hay un tratamiento específico para este virus?
Actualmente no hay un tratamiento específico para la infección por el virus de Nipah, más allá del tratamiento de los síntomas. Es esencial que se inicie el tratamiento lo antes posible para evitar que se puedan desarrollar complicaciones respiratorias y neurológicas graves.
No se dispone de vacunas específicas contra el virus de Nipah por lo que es necesario que en las granjas de cerdos haya controles rigurosos y limpieza exhaustiva de las instalaciones para evitar la transmisión de la enfermedad entre los animales y, como consecuencia, a sus cuidadores. Ante la sospecha de infección en una instalación ganadera, es preciso poner en cuarentena a todos los animales y sacrificar e incinerar a los animales afectados. También se deben instaurar las medidas necesarias de aislamiento de los cuidadores hasta que se demuestre la ausencia de síntomas o de detección del virus que se realiza habitualmente mediante PCR o ELISA para la detección de anticuerpos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera prioritario el desarrollo de un tratamiento eficaz frente al virus de Nipah, así como de una vacuna. Además, colabora con las autoridades sanitarias de los países afectados para instaurar medidas orientadas a la prevención de la transmisión del virus y a la aparición de nuevos brotes.