El 9 de noviembre de 1518 temblaba la tierra en Vera con tal fuerza que prácticamente acabó con el pueblo. El temblor fue de tal calibre que la ciudad se trasladó al lugar que ocupa actualmente. Vecinos de Vera recordaron este domingo el desastre y rindieron un homenaje a las 150 víctimas del seísmo.
Los actos del homenaje se iniciarion en las inmediaciones del pabellón «Blas Infante» donde se fueron concentrando los participantes en la conmemoración, con el fin de subir a la cima del cerro del Espíritu Santo, lugar donde se ubicaba la vieja Vera, con su fortaleza en la cúspide, que hoy ocupa la imagen del Sagrado Corazón de Jesús y la urbe amurallada que cobijaba a la población de entonces, unos seiscientos habitantes, de los cuales perecieron unos ciento cincuenta entre adultos y niños de ambos sexos, y otros tantos heridos de diversa consideración, quedando la ciudad totalmente arruinada, lo que dio motivo a su actual ubicación en el llano.
Encabezaba la comitiva el primer teniente-alcalde del Ayuntamiento José Antonio Fernández Soler, junto a sus compañeros del equipo de gobierno Juan de la Cruz Belmonte Mena, concejal de hacienda, fomento y deportes; María Manuela Caparros Flores, concejal de educación y cultura; y Mariano Estecha de Diego, concejal de personal y régimen interior del ayuntamiento de la ciudad veratense, la bandera de la ciudad, y el grupo de vecinos caracterizados de personajes de la época, de la plataforma de Facebook «No eres de Vera si…»que dieron la nota de color al evento, junto a los más de doscientos cincuenta vecinos, que no quisieron perderse tan especial ocasión.
A la mitad el cerro donde se sitúa un aljibe de la época, hoy ermita de San Sebastián, tras una sentidas palabras de recuerdo a las víctimas por parte de la concejal María Manuela Caparros Flores, se realizó una perfomance, con la recitación de poesías, romances, música y danzas, así como discursos alusivos a la tragedia acaecida, ya entrada la noche de aquel 9 de noviembre de 1518. Y tras una breve oración por las víctimas, todos los presentes se dirigieron a la cima, donde organizados en grupos de 25 personas por miembros de la Agrupación de Protección Civil, fueron depositando ramos de flores s los pies de la imagen del Sagrado Corazón de Jesús, que hoy corona el cerro del Espíritu Santo, finalizando así tan entrañable como histórico acto.
