Rogelio Velasco, consejero de Universidades de la Región, asegura en el Parlamento andaluz que continúa trabajando con los rectores para “perfeccionar” la Orden que contendrá la guía de variables y ponderaciones que contempla el nuevo modelo de financiación.
El consejero de Transformación Económica, Industria, Conocimiento y Universidades, Rogelio Velasco, ha destacado que en 2022 las universidades públicas andaluzas verán incrementados los recursos con respecto a 2021 un 4,3%, hasta los 1.581,6 millones. En Comisión parlamentaria ha asegurado que, con el nuevo modelo de financiación universitaria, “ninguna institución académica pública va a perder ni un solo euro, ni se generan desequilibrios entre ellas”.
Velasco ha explicado que los 1.581,6 millones incluyen una partida de 21 millones de euros “necesaria para implantar el nuevo modelo en un periodo de transición cómodo”, por lo que apuesta por que esta dotación “proceda, preferiblemente, de recursos propios”. En este sentido, ha añadido, “estoy esperando respuesta del consejero de Hacienda y Financiación Europea, Juan Bravo”. “En caso de no poder recurrir a fondos propios, la alternativa sería trasladar a las universidades fondos FEDER para la investigación”, ha explicado el titular económico del Gobierno.
Velasco ha puesto de manifiesto el esfuerzo del actual Ejecutivo regional por incrementar la dotación del sistema público universitario y para sustentar esa afirmación ha recodado que, desde 2018 hasta 2022, ese respaldo se ha incrementado, vía transferencia, un 15,4%.
Durante su intervención, ha explicado que los 1.581,6 millones de este año se distribuyen entre los diferentes bloques que estructuran el nuevo sistema, de forma que la financiación operativa, con la que se cubrirán, sobre todo, los costes salariales, de funcionamiento y de mantenimiento de bienes y servicios, contará con una partida de 1.254,8 millones.
Por su parte, la financiación de convergencia recibe 156,8 millones y tiene como objetivo compensar el efecto de las economías de escala y atender a las divergencias entre universidades de distinta dimensión. Financia los gastos recurrentes no incluidos en los desembolsos de personal ni en los de bienes y servicios, así como programas como la bonificación de matrículas, complementos a becas Erasmus y las ayudas para acreditación de idiomas B1 o superior. Otros 156,8 millones se adjudican a la financiación estratégica, con la que se fomenta la investigación, dirigiéndose, por tanto, a incentivar las actividades de I+D+I y la transferencia de conocimiento. Este capítulo también permite diseñar acciones de mejora de resultados.
A esos importes se suman los 13,1 millones que recibirá la UNIA, que “requiere de un tratamiento diferente debido a su singularidad, por lo que su financiación no se verá afectada por las variables y sus correspondientes ponderaciones”, según ha aclarado el consejero de Transformación Económica.
Precisamente y aplicando esas variables y ponderaciones que recoge el modelo, las dos universidades históricas, la de Sevilla y la de Granada, recibirán el 24,8% y el 22,9%, respectivamente. En lo que respecta a las tres instituciones medias, la Universidad de Málaga obtiene el 13,6%, la de Cádiz concentra el 8,6%, y la de Córdoba, el 8,4%. Entre las universidades más jóvenes, la de Jaén dispondrá del 6,1%, la de Almería, del 5,3%; la de Huelva, del 4,9%; y la Pablo de Olavide contará con el 4,6%.
Garantía de suficiencia financiera
De igual modo, el titular de Transformación Económica se ha referido a un aspecto que ha considerado clave, asegurando que este modelo introduce, además, una garantía de suficiencia financiera “para que todas las universidades no vean reducida su financiación respecto al ejercicio precedente”, ha dicho.
En su exposición, Velasco ha querido acentuar que “con el nuevo esquema de asignación se garantiza mayor estabilidad y solvencia económica al sistema universitario público para que éste pueda desempeñar de manera más eficiente su función académica, científica y social”. En ese sentido, ha añadido que, a diferencia de los modelos anteriores, cuyo objetivo era “exclusivamente cubrir costes”, la nueva formulación está basada en los principios de “suficiencia, equidad y eficiencia”. Además, ha incidido en que ésta otorga más peso a los resultados docentes e investigadores, aunque “siempre garantizando los costes básicos y reconociendo las particularidades de cada universidad”.
Por otro lado, en su defensa del modelo, el consejero ha apuntado que la configuración de este esquema está en línea con los modelos que se vienen aplicando en la mayoría de países avanzados de nuestro entorno. “En otros sistemas universitarios europeos se han ido sustituyendo los sistemas incrementales por otros basados en fórmulas que operan sobre variables de escala y rendimiento y que pueden incorporar criterios de cumplimiento de objetivos a través de indicadores cuantificables y contrastables”, ha apostillado. A su juicio, “Andalucía se convierte en una de las comunidades pioneras en España en articular un modelo de financiación universitaria de este tipo”, puntualizando que “otras comunidades y el propio Ministerio de Ciencia e Innovación ya se lo han solicitado a la Junta”.
En cualquier caso, Rogelio Velasco ha señalado que “el nuevo sistema de asignación permitirá a las universidades iniciar un proceso de transición para corregir problemas estructurales y los desajustes propiciados en los últimos años por la ausencia de un modelo”. En ese sentido, ha recordado que el primero fue aprobado para el periodo 2002-2006, al que le siguió el definido para 2007-2011, que el Gobierno anterior prorrogó hasta 2016, “incumpliendo lo que marca la legislación vigente en materia de universidades”, ha afirmado.
Una Orden con la guía de variables
Después de que en diciembre de 2019 se presentara un primer borrador con las bases del modelo a los rectores, la Consejería de Transformación Económica ha venido trabajando en el documento con las universidades, incorporando cambios sustanciales a partir de las sugerencias propuestas.
Velasco ha explicado que, junto a ello, su departamento está ultimando la elaboración de la segunda parte del documento, compuesta por la guía de variables y fórmulas de cálculo que se tomarán como referencia para la asignación de los recursos. Esta parte del modelo también se encuentra en negociación con los rectores y se articulará a través de una Orden que será anual. Al respecto, ha remarcado que “aún quedan semanas de trabajo con las universidades para terminar de configurarla y perfeccionarla, realizando aún pequeños ajustes”.
Sistema universitario público andaluz
Andalucía dispone del mayor sistema universitario público de España por su peso académico, extensión y presencia territorial. Integrado por diez universidades y 32 campus, cuenta actualmente con 244.144 estudiantes de grado, máster y doctorado matriculados en este curso 2021/2022, un volumen que ha crecido un 4% en el último lustro. Asimismo, dispone de una plantilla de casi 18.000 efectivos dedicados a la docencia y la actividad investigadora y de cerca de 10.500 centrados en las tareas de administración y la prestación de servicios.
De las aulas de estas instituciones públicas andaluzas salen cada año 30.000 egresados y sus 1.800 grupos de investigación constituyen la mayor red de infraestructuras y recursos humanos de la I+D+I andaluza.