El rector de la Universidad Pablo de Olavide, Francisco Oliva, ha presidido el acto de conmemoración del 20º Aniversario del Centro Andaluz de Biología del Desarrollo (CABD), en el que se ha presentado el programa por el reconocimiento a la excelencia como Unidad María de Maeztu para el periodo 2022/2025 que tiene como objetivo mejorar la comprensión de los principios de auto organización celular en diferentes niveles de complejidad biológica.
Francisco Oliva ha expresado su “profunda admiración y respeto por este centro, que es una historia de éxito y un modelo de eficiencia a imitar. Los datos del CABD hablan por sí solos, con una plantilla de investigación de carácter internacional, signo de la calidad del centro y un impacto científico muy relevante”. Asimismo, ha agradecido a todas las personas que han trabajado para hacer una realidad de un sueño y, en este punto, ha recordado a Rosario Valpuesta por su visión estratégica y a Juan Jiménez, que fuera rector de la UPO y primer director del centro.
Por otro lado, ha informado del incremento de la aportación económica por parte de la Universidad Pablo de Olavide al CABD y ha agradecido al CSIC y a la Junta de Andalucía: “Somos un ejemplo de cómo unir el talento de la universidad y la investigación y este tiene que ser el camino de la ciencia junto con la internacionalización”. Finalmente, ha reivindicado el papel de la ciencia en el siglo XXI, como se ha visto con vacunas en tiempo récord durante la pandemia por Covid-19. “Esto no es casualidad sino años de investigación básica como futuro de desarrollo y riqueza de la sociedad. Aquí se seguirá haciendo la mejor ciencia útil, escéptica y universal”, ha concluido.
Por su parte, José María Martell ha manifestado que, con este aniversario, “celebramos la ciencia y el éxito. Este centro es singular gracias a su especialización, lo que le ha hecho aportar al avance científico con áreas muy importantes dentro de la Biología del Desarrollo”. Por otra parte, ha señalado las sinergias entre sus grupos como razón para el éxito colectivo del centro: “El CABD es único y un centro muy motivador, con una gran comisión científica que destaca por su apoyo a la juventud investigadora”.
Librado Carrasco ha destacado el campo de la Biología del Desarrollo como uno de los más transversales en la “apuesta decidida” del CABD por las personas por su transferencia. Asimismo, ha presentado la felicitación del consejero de Universidad, Investigación e Innovación, José Carlos Gómez Villamandos, que ha destacado del CABD “su aportación científica durante estos veinte años” y ha agradecido el trabajo de sus directores y su grupo humano.
El recientemente nombrado nuevo director del CABD, Peter Askjaer, ha reivindicado el papel del centro en la sociedad para aumentar la sensación de que la inversión en ciencia es útil y ha recordado, entre sus hitos, un 100% de productividad por cumplimiento de objetivos en el periodo 2016/2022 porque “también queremos ser un centro de éxito cuando celebremos los 25 años. Nuestro reto es seguir en esta posición y crecer como centro atractivo para el talento”.
Cómo las células interaccionan a nivel de genomas
Juan Pablo Couso, director del programa ‘DMC3: decision making in cell collectives across scales’ con motivo del reconocimiento María de Maeztu, ha expuesto sus principales características y ha enfatizado en su carácter enfocado a la excelencia, ya que se trata de tan solo 12 acreditaciones que se conceden anualmente, con unos requisitos muy exigentes como que el 75% de las publicaciones del centro sea en revistas del primer cuartil. De hecho, como ha informado Couso, el CABD ha sido el único centro reconocido de perfil biomédico.
Con un presupuesto de casi dos millones de euros, el objetivo principal del proyecto científico es estudiar cómo las células de diferentes organismos y/o especies interaccionan entre sí a nivel de genomas. Con un gran objetivo estratégico: incrementar la interacción y colaboración entre los grupos del CSIC y la UPO. Gracias a ello, ha informado el director, “hemos conseguido 19 puestos de trabajo en áreas tan punteras como la Biología y la Biotecnología”. Finalmente, ha destacado que el objetivo final del proyecto es la renovación de la acreditación e incluso su extensión a la de Severo Ochoa.
El acto de conmemoración por el 20º Aniversario del CABD ha contado con la conferencia que ha pronunciado la profesora investigadora del CSIC Ángela Nieto sobre la evolución científica en los últimos veinte años. Con ello, se culminan las jornadas científicas y divulgativas que el CABD organizó los pasados días 5 y 6 de junio en el Hogar Virgen de los Reyes (Sevilla) bajo el título Reunión de lanzamiento de DMC3: Toma de decisiones en colectivos celulares a través de escalas (‘DMC3: decision making in cell collectives across scales launching meeting’).
Primer instituto español sobre Biología del Desarrollo
El CABD, centro de investigación CSIC-UPO-Junta de Andalucía, se creó en el año 2003 como el primer instituto español especializado en el estudio de la Biología del Desarrollo. En solo dos décadas, ha conseguido situarse a la vanguardia de la ciencia en España en su ámbito y formar parte de la Alianza SOMMa, que une a los Centros Severo Ochoa y las Unidades María de Maeztu para promover la excelencia de la ciencia en nuestro país. En 2023, coincidiendo con sus 20 años, ha conseguido distinciones como la Bandera de Andalucía en Sevilla, que otorga la Junta de Andalucía, y el premio de la Academia de Ciencias Sociales y del Medio Ambiente de Andalucía como centro de investigación.
El Centro Andaluz de Biología del Desarrollo cuenta con 43 grupos de investigación divididos en dos departamentos, Biología Celular y Biotecnología (26 grupos) y Regulación Génica y Morfogénesis (17). Sus más de 150 investigadores e investigadoras, de veinte nacionalidades, publican el 77% de sus resultados en revistas de alto impacto (Q1). Científicos y científicas del CSIC y de la UPO trabajan conjuntamente en investigación básica, pero también aplicada, ya que muchas de ellas tienen como fin, por ejemplo, el tratamiento de las enfermedades raras o la lucha contra bacterias resistentes a los antibióticos.