Vecinos del entorno de la calle Marqués de Comillas, en la capital almeriense, conocida como Cibeles y más recientemente como Cocco, están en pie de guerra por el ruido producido por un local nocturno ubicados en la vía, y han elevado sus quejas al Defensor del Pueblo Andaluz, tras 13 años denunciando los ruidos que les ocasiona la discoteca.
Los vecinos se agrupan en la plataforma #derechoadormir después de llevar, dicen, 13 años sufriendo los ruidos generados por esta discoteca del centro de la capital almeriense y de también tras denunciar la “pasividad” del Ayuntamiento de Almería a la hora de hacer cumplir la normativa sobre contaminación ambiental y acústica aplicable a este tipo de espacios de ocio.
“Creemos que el defensor del Pueblo es una figura lo suficientemente asentada como para que se tenga en cuenta su imparcialidad en la lucha por los derechos de los ciudadanos, ya que no hablamos de un enfado puntual o unas molestias recientes, sino de trece años de ‘chunda, chunda’ de jueves a sábado, desde las once de la noche hasta las siete de la mañana”, lamentan los vecinos.
Los vecinos reclaman al alcalde de Almería, Luis Rogelio Rodríguez Comendador, que actúe contra la propiedad de la sala justamente ahora, que se ha iniciado un proceso de traspaso en la gestión del negocio. “Hay que recordarle al Ayuntamiento de Almería que tras su clausura en 2013 porque no tenían licencia de actividad y ya llevaban diez años funcionando, apenas tardaron tres meses en darles todas las licencias, firmadas en un mismo día, a los mismos propietarios que sólo habían cambiado los tonos de la decoración y el nombre de la sociedad. Pero la culpa no es de esos propietarios, sino de un concejal que estaba advertido de las deficiencias estructurales y nos engañó a todas las partes, a ellos por hacerles creer que todo estaba correcto y a nosotros al asegurarnos que todo se había solucionado”, dicen.