Más de mil alumnos pertenecientes a los centros Inés Relaño, Madre de la Luz, San Valentín, Ciudad de Almería, La Milagrosa, Compañía de María, El Arcángel, Stella Maris, Virgen de la Paz, Padre Méndez, Nuestra Señora del Milagro, y el colegio especial Jesús Trade y Princesa Sofía, participaron en los actos de conmemoración del Día Internacional de la Paz.
Durante el acto, que ha tomado el nombre de Tambores por la Paz, se ha hecho entrega de los premios del XI Concurso de Poesía Infantil “La Infancia por la Paz y la Tolerancia”, organizado por el Área de Cultura y la Asociación Cultural El Balneario y abierto a niños y niñas de Educación Primaria. En total, en este certamen han participado 616 escolares pertenecientes a 13 centros educativos.
En el concurso de poesía han participado los colegios Jesús Trade, Giner de los Ríos, Inés Relaño, Madre de la luz, Ciudad de Almería, Compañía de María, El Arcángel, La Milagrosa, Nuestra Señora del Milagro, Padre Méndez, San Valentín, Stella Maris y Virgen de la Paz.
Todas las obras premiadas han sido leídas en el mismo escenario, aunque, previamente, se ha llevado a cabo una escenificación sobre la paz y la no violencia a cargo del grupo almeriense Estrella fugaz perteneciente a la Asociación Cultural Arcadia libre y todos los colegios participantes hicieron sonar sus instrumentos de percusión sin descanso, como signo de paz. La obra representada se titulaba El jardín del gigante versión adaptada de la obra El gigante egoísta de Oscar Wilde.
La obra trataba sobre un gigante egoísta que se va de viaje, los niños pequeños no saben que existe y le gusta entrar en su jardín para jugar. Un día vuelve el gigante de viaje y prohíbe a los niños jugar en él. Este jardín se torna frio y siempre de invierno porque no quiere que entren los niños y la primavera dice que si los niños no entran, ella tampoco.
Siempre encuentra extraño que no entre la primavera y su jardín siempre esté nevado. Llegan una serie de personajes y convencido por el invierno que se ha enamorado de la primavera y la primavera con su magia hacen razonar al gigante y deja entrar los niños para que su jardín este siempre verde y frondoso. Se utiliza un antiguo remedio sioux que era tocar los tambores para llamar al espíritu de la paz y calmar sus sentimientos. El gigante gruñón se vuelve apacible.
El director de la obra, así como el atrezzo, escenografía y vestuario era de Paco Cañizares; Antonio Cañizares era el encargado del sonido y en el reparto han participado Leticia del Valle, Ana Pérez, Chencho, Crui y Pepe Abad.