En noviembre de 2020 Hispanoamérica concentraba aproximadamente el 24 % de los casos de Covid-19 y el 33 % de las muertes en el mundo.
Una herramienta diagnóstica creada por un panel de médicos expertos de ocho países de Hispanoamérica busca agilizar la detección de enfermedades respiratorias y mejorar la toma de decisiones clínicas en contextos de alta desigualdad sanitaria como las que se sufren en la América hispana. La región que concentró el 25 % de los casos de Covid-19 y el 33 % de las muertes durante la pandemia.

En lo que va de 2025 el Covid-19 ha causado al menos 30 muertes en Colombia, lo que evidencia que el virus sigue siendo una amenaza para la salud pública. Esta situación coincide con el actual pico respiratorio que atraviesa el país: hasta la semana epidemiológica 20 se han reportado 162.307 atenciones por infección respiratoria aguda (IRA) en consultas externas y urgencias, según el Instituto Nacional de Salud. Este incremento ha generado una alta demanda en los centros médicos, con 54.414 hospitalizaciones y 7.188 ingresos en unidades de cuidados intensivos (UCI) debido a complicaciones respiratorias graves.
La similitud entre los síntomas de infecciones virales y bacterianas suele llevar a diagnósticos erróneos y al uso innecesario de antibióticos, lo que no solo genera costos evitables para los sistemas de salud, sino que además contribuye al avance de la resistencia antimicrobiana, una de las amenazas sanitarias más urgentes del siglo XXI.
Así lo explica el doctor Carlos Arturo Álvarez Moreno, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) y coordinador en Colombia de los estudios de Covid-19 designados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). El médico formó parte del equipo internacional que diseñó el algoritmo, una herramienta de libre acceso para profesionales de la salud y público general. Descargar aquí.
Frente a las limitaciones en el acceso a pruebas diagnósticas y personal capacitado en Hispanoamérica —agravadas por la presión sobre las cadenas de suministro y la fragilidad de muchos sistemas de salud—, un grupo de médicos e infectólogos decidió crear una herramienta diagnóstica alternativa y simplificada, adaptada a las condiciones reales de la región, que no se contemplaron en la mayoría de las guías internacionales durante la pandemia.
El resultado fue un algoritmo diagnóstico alternativo para personas con síntomas sospechosos de Covid-19 o contactos estrechos, sintomáticos o no. La herramienta propone tres fases según el tiempo transcurrido desde el inicio de los síntomas o el contacto: del día 0 al 7 se recomienda como primera opción aplicar pruebas rRT-PCR —una técnica molecular que detecta directamente el material genético del virus en muestras respiratorias—, aunque en ciertos contextos se pueden utilizar pruebas de antígeno.
Entre los días 8 y 13 la prueba rRT-PCR sigue siendo la opción prioritaria, aunque si los síntomas persisten y el resultado anterior fue negativo se pueden emplear pruebas serológicas como complemento. Estas últimas identifican anticuerpos producidos por el sistema inmune en la sangre y son más útiles a partir del día 14, tanto para estudios epidemiológicos como para casos individuales con alta sospecha clínica y pruebas anteriores negativas.
El doctor Álvarez destaca que “el algoritmo busca reducir la incertidumbre diagnóstica y fortalecer la capacidad de respuesta médica en todos los niveles del sistema de salud. También se demostró que incluso con pruebas rápidas es posible llegar a territorios apartados, en donde no hay laboratorios sofisticados, y aun así lograr diagnósticos de buena calidad que mejoran la salud de las comunidades”, afirma.

Un algoritmo resultado del consenso
Para construir el algoritmo los expertos emplearon el método Delphi modificado, a través de la plataforma iAdvise. Este proceso busca alcanzar consensos entre expertos sobre un tema común, mediante rondas sucesivas de consulta. Durante dos semanas el panel de 9 especialistas respondió en línea 24 preguntas sobre métodos diagnósticos, sus aplicaciones clínicas y la evidencia disponible, complementando con sus experiencias en el territorio.
Para cada una de las 24 preguntas el nivel de consenso se estableció mediante una votación simple (si o no). Si menos de 7 de los 9 expertos coincidían en sus respuestas era necesaria una discusión adicional hasta alcanzar un acuerdo. Solo se emitieron recomendaciones cuando el consenso superó ese umbral mínimo.
Las preguntas fueron formuladas por un microbiólogo con amplia experiencia en enfermedades infecciosas, y validadas por el panel multidisciplinario. A través de reuniones virtuales, los expertos discutieron criterios y formularon recomendaciones únicamente cuando lograron consenso.
En medio de los actuales picos respiratorios que enfrenta Colombia y de la persistencia del Covid-19 como riesgo para la salud pública, esta herramienta representa una alternativa concreta y contextualizada para mejorar los diagnósticos en zonas con recursos limitados. Al facilitar decisiones clínicas más acertadas y reducir el uso inadecuado de antibióticos, el algoritmo no solo contribuye a controlar las infecciones, sino que además fortalece la respuesta del sistema de salud frente a futuras emergencias sanitarias.