La crisis económica actual ha tomado unas dimensiones que pocos expertos fueron capaces de pronosticar unos meses atrás. Es tanto el calado de la crisis que el informe de Previsiones Económicas de Andalucía para la primavera 2009, elaborado por Unicaja, augura un futuro muy crudo para la economía andaluza. De hecho, este informe califica la actual crisis como "la mayor crisis de económica de las últimas décadas, e incluso desde la II Guerra Mundial".
El daño producido por elmenoscabo en la confianza de los agentes y los problemas de financiación han desdibujado de forma muy rápida los principales indicadores macroeconómicos. Los fuertes descensos en la producción constituyen un peligro adicional para la restauración de la estabilidad en el sistema financiero internacional, ya que podrían ocasionar, a medio plazo, efectos de segunda vuelta en las entidades bancarias.
Desde la publicación del anterior informe, el empeoramiento de las expectativas ha obligado a realizar una nueva revisión a la baja de las perspectivas de crecimiento para este año. Los últimos datos publicados de la Contabilidad Regional Trimestral (del Instituto de Estadística de Andalucía) han confirmado la entrada en recesión de la economía andaluza, al registrarse dos caídas trimestrales consecutivas del PIB regional, produciéndose un descenso interanual del PIB del 1% en el cuarto trimestre de 2008, que ha situado el crecimiento anual en el 1%, en línea con la economía española.
La caída en el consumo de los hogares y el fuerte descenso de la inversión han provocado una aportación negativa de la demanda regional al crecimiento económico. Por el contrario, el sector exterior es ahora el que sustenta el avance del PIB. En cuanto a la oferta, la caída del VAB continúa siendo especialmente intensa en la construcción y la industria, aunque también los servicios han experimentado una importante moderación en su tasa de crecimiento en 2008.
Las previsiones para 2009 apuntan según las estimaciones de Analistas Económicos de Andalucía que el PIB andaluz podría descender un 3%, en línea con la economía española. Este descenso sería consecuencia de una aportación negativa de todos los sectores, aunque la caída del VAB en los servicios resulta especialmente relevante, dada la importancia de éste en la estructura productiva andaluza, si bien es la construcción la que sufrirá de nuevo el mayor descenso, cercano al -9,5%.
Por su parte, la incidencia del paro es tal que en el último trimestre de 2008 el 11,3% de los hogares andaluces tenían a todos sus miembros activos en paro. Así, la EPA (Encuesta de Población Activa) estima que en Andalucía hay unos 850.000 parados, la cifra más alta desde el tercer trimestre de 1998, y alrededor de 325.000 más que un año antes, lo que supone una cuarta parte del incremento registrado a nivel nacional. A medida que avanzó 2008, la destrucción de empleo cobró mayor importancia en el repunte del paro, explicado en trimestres anteriores sobre todo por el aumento de la población en edad de trabajar. Esta trayectoria es por otro lado lógica, en la medida que el empeoramiento de las expectativas desanima la incorporación de nuevos trabajadores al mercado laboral. En este sentido, no es previsible que esta tendencia mejore a corto plazo, de forma que en el cuarto trimestre de 2009 la cifra de parados en Andalucía podría superar los 1,1 millones, más del doble que a finales de 2007. Esto podría situar la tasa de paro a finales de 2009 en torno al 27% de la población activa, casi 10 puntos por encima de la media española, sufriendo ambas un fuerte repunte respecto al último trimestre de 2008.
