Un equipo de investigadores de la Universidad de Granada (UGR), liderados por José Gómez Zotano y José Antonio Olmedo Cobo, en el marco del proyecto PALEOPINSAPO II, ha revelado que la Sierra del Tablón en Sevilla habría servido de refugio para ciertos pinares de montaña hace cerca de 15.000 años.
Esto, tras hallar restos de carbón vegetal pertenecientes al género Pinus en la Sierra del Tablón, un taxón que actualmente no está presente en el conjunto de las Tres Sierras de la provincia hispalense, y que ha sido fechado en 14.013–13.440 años, lo que lo convierte en el carbón más antiguo que haya sido datado a partir del método pedoantracológico dentro del contexto nacional.
Esta información, publicada en la revista chilena Bosque, ha permitido a los investigadores teorizar acerca del papel que pudo desempeñar la Sierra del Tablón durante la transición Pleistoceno-Holoceno.
Parece probable que, a pesar del carácter aislado de este sistema montañoso en el extremo septentrional de la Serranía de Ronda, la Sierra del Tablón constituyera una localización estratégica para ciertos pinares de montaña tras el Último Máximo Glacial, un momento en el que estas y otras coníferas ascendieron altitudinalmente en busca de condiciones más óptimas para su desarrollo.
En líneas generales, este período se ha caracterizado por el advenimiento de condiciones más cálidas y secas que las que imperaban milenios atrás, suponiendo un factor limitante de primer orden para la supervivencia de aquellas especies mejor adaptadas a climas templados.
En última instancia, estos condicionantes ambientales, junto a la dilatada y constatada presencia humana en este territorio desde tiempos prehistóricos, pudieron ser los responsables de la extinción local de los pinares tanto en la Sierra del Tablón como en otros relieves montañosos rondeños en los que los investigadores también han identificado carbón perteneciente a esta formación arbórea.
La información proporcionada por el registro pedoantracológico puede emplearse como indicador de la dinámica que pueden experimentar determinados pinares relictos de montaña en un contexto de cambio global como el actual, favoreciendo su gestión adaptativa.