Una sala de banquetes rodeada de agua: así es el descubrimiento del equipo español en Villa Adriana

El cine de época ha retratado a los romanos como unos amantes de los lujos, el placer y la buena comida. Cuando se piensa en Roma, a la mayoría se le vienen a la cabeza imágenes de un emperador tomando uvas, mientras, recostado en un diván, observa la fiesta que se desarrolla a su alrededor. Esta escena, como otras muchas de las películas de romanos, es fruto de la imaginación de directores y guionistas, pero posiblemente no esté muy alejada de la realidad, a tenor de los descubrimientos arqueológicos. Ahora, un equipo de arqueólogos españoles acaba de sacar a la luz un triclinio acuático, una sala de banquetes rodeada de agua, que fue las delicias de quienes visitaron la Villa Adriana, un enclave arqueológico de referencia, situado a 28 kilómetros de Roma.

El descubrimiento ha sido realizado por el equipo científico del Seminario de Arqueología de la Universidad Pablo de Olavide (UPO) de Sevilla, en el marco de su última y reciente campaña de excavación en Villa Adriana, una de las construcciones más emblemáticas del emperador Adriano.

Cómo era la sala de banquetes rodeada de agua descubierta en Villa Adriana

El triclinio acuático, es decir, la sala de banquetes rodeada de agua descubierta por un equipo de la UPO en Villa Adriana debió ser un espacio suntuoso y fabricado con los mejores materiales de la época. Las excavaciones han revelado que tanto el interior del estanque como el zócalo de las paredes estaban revestidos con mármol blanco, destacando el mármol de Carrara y otros procedentes de diferentes partes del Imperio.

Este tipo de sala era habitual en la arquitectura romana, pero el diseño descubierto es especialmente singular y único en su época, que más tarde se reproduciría en otras construidas en distintos lugares del Impero Romano. Ejemplos similares de estos comedores rodeados de agua se pueden encontrar en la península ibérica, como en la Villa romana de Salar (Granada) y en la Casa dos Repuxos en Conimbriga (Coimbra, Portugal).

En campañas anteriores, los arqueólogos y arqueólogas de la UPO descubrieron otro triclinio acuático de distinto diseño en la misma zona del Palazzo, lo que convierte este lugar en un auténtico laboratorio arquitectónico donde se experimentó con el uso del agua en espacios de banquetes. Las dimensiones reducidas de las plataformas donde se celebraba el banquete sugieren que estos comedores eran íntimos, reservados para el emperador y dos comensales más, creando un espacio de reunión privada.

Qué importancia tiene este hallazgo arqueológico en Villa Adriana

Rafael Hidalgo, profesor de la UPO y director del proyecto, destaca la importancia de este hallazgo. “La localización de dos triclinios acuáticos nos permite entender mejor las innovaciones arquitectónicas llevadas a cabo en Villa Adriana y el papel simbólico del agua en las estancias dedicadas al banquete”. 

El proyecto arqueológico en Villa Adriana, desarrollado de forma ininterrumpida por la UPO desde 2003, es el primer proyecto de excavación español en esta villa. Solo otros dos equipos internacionales, de las universidades de Oxford y Columbia, están actualmente autorizados para excavar en este sitio declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

La reciente campaña ha contado con la colaboración del Instituto Autónomo de Villa Adriana y Villa d’Este, dirigido por Andrea Bruciati, y ha sido financiada íntegramente por la Universidad Pablo de Olavide, con el apoyo de su Consejo Social, la Facultad de Humanidades y el Departamento de Geografía, Historia y Filosofía. En esta ocasión, el equipo de excavación está constituido por profesorado e investigadores e investigadoras de la UPO y estudiantes de la Facultad de Humanidades, así como por alumnos y alumnas de la Università degli Studi Roma Tre.