La investigadora de la Universidad de Jaén (UJA) Estefanía Lozano Velasco ha obtenido una de las prestigiosas becas Marie Sklodowska-Curie (MSCA), lo que le permitirá permanecer durante dos años en un destacado centro de investigación para desarrollar su investigación, relacionada con la musculatura esquelética y cardiaca.
Estefanía Lozano comenzará en abril una estancia de dos años en la prestigiosa Universidad East Anglia (UEA) en Norwich (Reino Unido), tras conseguir una de las becas, a cuya convocatoria concurrieron 8.000 personas, aunque únicamente obtuvo la beca un 10 por ciento los solicitantes.
Las acciones Marie Sklodowska-Curie (MSCA) se enmarcan dentro del Pilar Ciencia Excelente de Horizonte 2020, el programa de financiación de la I+D+i de la Comisión Europea. Existen varias modalidades de MSCA, entre ellas las becas individuales (IF) “Individual Fellowships”, orientadas al desarrollo e impulso de la carrera profesional de investigadores con experiencia, a través de acciones de movilidad internacional e intersectorial. En concreto, la investigadora de la UJA Estefanía Loza ha conseguido una beca de la modalidad individual europea “European Fellowships (EF)”.
Esta linarense es doctora en Biología por la Universidad de Jaén. Es la primera vez que concurre a esta beca, probó suerte “y, sinceramente, no pensaba conseguirla, porque son unas becas altamente competitivas”.
El objetivo de las MSCA es proporcionar una formación integral de calidad al personal investigador, a través del desarrollo de proyectos de investigación en Europa. Asimismo, fomentan la adquisición de nuevas habilidades y competencias, así como la participación de empresas y otros entes socio-económicos.
La convocatoria se cerró en septiembre de 2015, aunque Estefanía Lozano llevaba preparándose la misma desde marzo de ese año, “porque tienes que ponerte en contacto con un grupo de trabajo extranjero que te interese, proponerle la opción de solicitar este tipo de beca y, a partir de ahí, desarrollar un proyecto por tu cuenta, pero con ayuda del otro centro investigador, que están muy puestos a día sobre ese tema y con los que vas a aprender todo lo que ellos te pueda enseñar”, afirma.
El requisito principal para poder concurrir a esta convocatoria es que el proyecto incluya una investigación nueva, “algo que no hayas hecho, pero que siga con tu línea de trabajo”, dice. En el caso de Estefanía Lozano, su línea de investigación gira alrededor de la musculatura esquelética y cardiaca, y en la Universidad East Anglia, “el proyecto está focalizado en el desarrollo cardiaco en estadios embrionarios y en ver qué procesos moleculares se llevan a cabo en esa etapa”, subraya.
Sus méritos para obtener esta beca no han sido únicamente suyos, ya que para conseguirla se valoran tres cosas: el currículum, el proyecto que se presenta y el grupo al que vas a desarrollar dicho proyecto. “En mi caso, mi currículum lo he forjado gracias a la oportunidades de trabajo que me han brindado los profesores de Biología Celular Amelia Aránega y como Diego Franco, aquí en la Universidad de Jaén, y estoy totalmente encantada con las oportunidades que me han ofrecido”. Estefanía Lozano comenzó como alumna colaboradora en 2003, cuando aún estaba estudiando Biología. Desde entonces ha realizado la tesis doctoral, que ha ido intercalando con colaboraciones con Aránega y Franco en proyectos de investigación. Ello le ha proporcionado el aprendizaje de técnicas y la publicación de estudios “y eso lo he aprendido en la UJA”. Ello, sumado a la excelencia y a la innovación del proyecto que ha presentado a la convocatoria de la beca, le ha permitido el éxito en esta convocatoria.
Las becas individuales europeas tienen una duración de 12 a 24 meses y pueden solicitarse desde cualquier rama del conocimiento. Sin embargo, las personas investigadoras deben cumplir un requisito básico: no haber trabajado en la institución de acogida más de 12 meses en los 3 años anteriores a la fecha de cierre de la convocatoria.
Estefanía Lozano se muestra entusiasmada con la experiencia que se le presenta. “Voy a aprender mucho de este grupo, porque tiene una multidisciplinariedad de áreas muy grandes”. Su deseo es regresar una vez que finalice la beca, aunque está abierta a nuevos proyectos. “Yo estoy muy a gusto aquí, pero sé que para seguir adelante con una carrera científica en España, lo primero que te piden es salir fuera. Mi primera idea es salir fuera para poder regresar, porque me gusta esta Universidad, estoy muy a gusto en el grupo en el que estoy, aunque volver a este grupo, tal y como están las cosas, es una utopía en España”, apunta.
Esta investigadora considera imprescindible que el talento se quede en el país que invirtió en él. “Mi idea es ir a extranjero, aprender todo lo que pueda, y volver aquí, para ponerlo en práctica. Volver, porque considero que el Gobierno, mi familia y mis jefes han invertido en mí mucho dinero, tiempo y esfuerzo”, apostilla.
Las acciones Marie Curie ofrecen también una excelentes condiciones de trabajo y empleo, igualdad de género y oportunidades, por lo que son muy competitivas y deseadas.
Una vez obtenida la beca, el investigador desarrollará un proyecto individual de investigación en una institución de acogida, bajo la supervisión de un tutor responsable. Además, durante esos años recibirá una completa formación práctica para la adquisición de competencias clave: búsqueda de financiación, gestión de proyectos, gestión de la propiedad intelectual, nuevas técnicas, etcétera. El nuevo becario también podrá realizar estancias cortas en otros centros diferentes para la adquisición de conocimientos relacionados con las líneas de investigación llevadas a cabo (duración máxima 6 meses). Finalmente, y como uno de los objetivos principales de la Comisión Europea, el investigador participará y promoverá la organización de eventos para la difusión del conocimiento desarrollado durante sus años de beca (conferencias, seminarios, cursos de formación,…).