Residentes en el centro de mayores del Zapillo (Almería) han querido mostrar a sus compañeros y al resto de la sociedad almeriense la belleza e infinitud que encierran los fractales, construyendo una alfombra de Sierpinski con pegatinas de colores que ya puede verse en uno de los salones de la residencia.
Los mayores, doce en total, algunos con deterioro cognitivo, demencias tipo Alzheimer, déficit visual o artritis reumatoide, han trabajado durante dos semanas (a ritmo de una hora diaria) para crear la alfombra, que se unirá a las otras 511 que el año que viene se montarán en Almería para hacer la alfombra de Sierpinski más grande del mundo.
La actividad -impulsada por el profesor de Geometría y Topología de la UAL, José Luis Rodríguez Blancas, y el profesor de secundaria David Crespo Casteleiro- quiere conmemorar el centenario del descubrimiento del fractal descrito por el matemático polaco Waclaw Sierpinski, reuniendo en Almería 512 alfombras de todo el mundo.
“Al principio, les costó entender el concepto de los fractales, pero después les gustó mucho y han hecho la actividad muy contentos”, explica Prado Morales, terapeuta ocupacional del centro de mayores. La actividad fue muy bien acogida por la directora de la residencia, Josefa Requena, que de inmediato se unió al reto propuesto por los dos profesores de matemáticas. “Para nosotros ha sido fantástico que los mayores participen en nuestro proyecto, que es social, inclusivo y solidario”, señala uno de ellos, José Luis Rodríguez Blancas.
Los fractales son objetos matemáticos cuya estructura básica se repite a diferentes tamaños. El interés de los mismos se suscitó con la aparición de los ordenadores. El nombre, que deriva del vocablo latino fractus –que significa fragmentado-, se introdujo en la década de los setenta por el matemático francés Benoit Mandelbrot.
El proceso de construcción de este conocido fractal sigue una pauta geométrica muy sencilla, que se repite a diferentes escalas. Comienza con un cuadrado, se divide en 9 cuadrados iguales y se quita el central. Así, con los 8 restantes, se realiza la misma operación de dividir en 9 y quitar cada uno de los centrales, ahora 1/3 más pequeños. Esto mismo se va aplicando una y otra vez a escalas más pequeñas en todos los cuadrados que van quedando. El objeto obtenido después de un número infinito de pasos tiene área cero, pero perímetro infinito.
Los mayores del Zapillo se han unido así al proyecto de recrear este fractal y hacerlo visible al gran público, siendo así los primeros que lo hacen. Hasta ahora, este proyecto ha implicado a más de 6.000 niños de todo el mundo y pretende llegar a más de 30.000 hasta 2016.
En la actualidad, ya hay 400 centros de 32 países construyendo alfombras de Sierpinski. De ellos, 80 en Andalucía y 40 en Almería. En los próximos meses se unirán otros 64 centros de Sevilla, Tarragona o Galicia, en España, y de países como Serbia, Polonia o Turquía.
La construcción de este fractal constituye una herramienta didáctica interesante que permite a los profesores introducir la geometría fractal en las clases de matemáticas y, al mismo tiempo, participar en una obra colectiva gigante con miles de niños (y también mayores), incentivando la colaboración entre los diferentes países.