La idea es facilitar a los productores un agroecosistema que integre distintas variedades de frutales, cubiertas vegetales y manejo de la biodiversidad para mejorar la polinización y el control de las plagas
El IMIDA, socio de este proyecto internacional en el que participan cinco países, investigará los servicios ecosistémicos y realizará una evaluación integrada de la sostenibilidad de estos agroecosistemas
El Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Medioambiental (IMIDA) participa como socio en un proyecto internacional de la Fundación PRIMA Asociación para la Investigación y la Innovación en el Área Mediterránea (Partnership on Research and Innovation in the Mediterranean Area en inglés) basado en la creación de novedosos agroecosistemas alternativos y sostenibles, destinados a adaptar los sistemas de producción de frutales a las nuevas condiciones provocadas por el cambio climático y por las demandas de la sociedad y los consumidores.
Además de mejorar la resiliencia de las pequeñas explotaciones de frutales en la cuenca mediterránea, este proyecto, conocido como DREAM Huertos diversificados para sistemas agrícolas mediterráneos resilientes y sostenibles (Diversified orchards for resilient and sustainable mediterranean farming systems en inglés), persigue aprovechar la biodiversidad funcional y las sinergias beneficiosas entre las distintas especies para reducir el empleo de agroquímicos y el impacto medioambiental, además de aumentar los ingresos de los productores.
Para ello, el agroecosistema DREAM contempla la aplicación combinada de tres estrategias distintas, que difieren con los sistemas agrícolas convencionales. Por un lado, el establecimiento de huertos multivarietales con diferentes cultivares de frutas, que florecen y maduran en diferentes momentos de la temporada y que aprovechan una gama de resistencias genéticas a estreses bióticos y abióticos.
Por otro, su combinación con cubiertas vegetales, capaces de prolongar la floración, aumentar la fertilidad del suelo, atraer enemigos naturales y repeler posibles plagas. Y, por último, la evaluación económica, medioambiental y social de las nuevas estrategias.
Estos agroecosistemas pretenden asimismo evitar o reducir al máximo el uso de plaguicidas mediante el fomento del control biológico de plagas.
El codiseño de estos nuevos agroecosistemas se realizará mediante la creación de distintos ‘living labs’ locales en tres áreas productoras de frutas clave en la cuenca mediterránea: España (donde se ensayará con el cultivo de distintas variedades de pera), Italia (manzana) y Marruecos (manzana).
En cada una de estas tres zonas, estas redes de investigadores y partes interesadas locales (como cooperativas frutícolas, consultores y consumidores), probarán el desempeño del nuevo agroecosistema en términos de eficiencia fisiológica; rendimiento y calidad de la producción; nivel de biodiversidad en la parte aérea y en el suelo; estado del suelo y balance de carbono del ecosistema.
Fase de evaluación
El IMIDA asume un importante papel en este proyecto, como responsable no solo del montaje de un ‘living lab’ en Murcia, sino también de analizar las ventajas de los nuevos agroecosistemas frente a los sistemas convencionales en los diferentes sitios y durante todo el proceso (desde la siembra hasta la plena producción).
Estos datos servirán al IMIDA para realizar en una fase posterior la evaluación integrada de la sostenibilidad del agroecosistema DREAM considerando tanto el desempeño productivo como los servicios ecosistémicos proporcionados (servicios de polinización, mitigación de la presión de plagas, mejora de la fertilidad del suelo, etc.). Las herramientas de evaluación incluirán el estudio del ciclo de vida y el análisis económico y financiero, al tiempo que considerarán los beneficios sociales, como el mantenimiento de la administración de la tierra típica del ecosistema de la huerta.
En el proyecto DREAM, coordinado por el Equipo de Control Biológico y Servicios Ecosistémicos, participan también investigadores de los equipos de Bioeconomía y Riegos del IMIDA e investigadoras del Banco de Germoplasma.
DREAM tendrá una duración de 48 meses para permitir que la nueva huerta alcance la madurez completa, mientras se puede probar el desempeño de los agroecosistemas durante dos temporadas productivas representativas (año 3 y año 4).
En el proyecto de la Fundación PRIMA participan un total de ocho socios de cinco países de la costa mediterránea (España, Italia, Francia, Grecia y Marruecos). Entre los socios, además del IMIDA, se encuentran la Universidad de Bologna, el INRAE y el GRAB francés, Aggroapps y AC Pella de Grecia, así como INRA-Mo y la UMI de Marruecos.