Cada vaca emite entre 250 y 500 litros de metano al día; y a nivel mundial, el ganado es responsable de emitir el metano equivalente a 3,1 gigatoneladas de dióxido de carbono a la atmósfera cada año. La reducción de las emisiones de la ganadería se ha convertido en un prioridad, y a ello va a contribuir un proyecto de investigación liderado por la Estación Experimental del Zaidín (EEZ), centro granadino perteneciente al CSIC, que se realizará en colaboración con la empresa internacional de productos lácteos Lactalis.
Esta investigación trabajará sobre el impacto ambiental de los procesos digestivos de los rumiantes, avanzando en el proceso de disminución de las emisiones de gases de efecto invernadero en aquellas emisiones que se producen a lo largo de la cadena de valor fuera del control directo de una organización o empresa.
“Estas emisiones generadas en la producción de leche pueden representar alrededor del 80% de las emisiones totales del producto, por lo que un cálculo ajustado en cada tipo de producción es esencial para detectar los potenciales puntos de mejora y el posterior desarrollo de prácticas que resulten en una reducción sustancial de la huella de carbono”, indica David Yánez, investigador de la EEZ responsable del proyecto.
Qué se hará en el proyecto del CSIC para reducir las emisiones de metano de las vacas
Para ello, el personal investigador de la Estación Experimental del Zaidín (EEZ-CSIC) analizará los resultados de las 600 auditorías realizadas por Lactalis a granjas de vacuno lechero entre 2021 y el primer trimestre de 2024 en tres grupos: producción ecológica, pastoreo y convencional.
Mediante este análisis, se conseguirá determinar cuáles son las etapas y procesos en lo que se generan más emisiones en las granjas de vacuno, localizando puntos de actuación y, si fuera posible, contribuyendo en la mejora de la metodología de recogida de datos.
Una vez concluido este análisis, se seleccionarán trece granjas gallegas en las que se realizarán auditorías ambientales con tres objetivos: la implementación de prácticas sostenibles en la gestión de granjas, la mejora de la eficiencia energética y el control de recursos en las explotaciones ganaderas y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero antes de 2030. Esta colaboración tendrá una duración de un año con posibilidad de prórroga.