Un nuevo proyecto de Global Nature permitirá que el Charco del Tamujo, un humedal manchego que contiene 25 hectáreas de recuperadas de una antigua gravera, continúe su trabajo para poner en valor la biodiversidad que alberga. El gran potencial en términos de biodiversidad de este espacio, ubicado en el término municipal de Fuente el Fresno, en la provincia de Ciudad Real, motiva a la entidad a continuar trabajando en el espacio con acciones de restauración, monitoreo, divulgación y creación de alianzas en el territorio. Y lo hace, en este caso, apoyado por la Convocatoria de Medioambiente y Desarrollo Sostenible de Fundación Montemadrid y CaixaBank.
Como parte de este proyecto denominado “La vida restaurada: Puesta en valor del espacio recuperado para la naturaleza tras la explotación de los recursos mineros en el municipio de Fuente el Fresno”, Global Nature lleva unos meses trabajando en conseguir el cambio de uso de suelo del humedal y en poner en marcha trabajos de adecuación, también está planificando el monitorio de especies clave, aves e invertebrados, que permitan entender y fomentar el valor ambiental del humedal. De hecho, está creando canales de comunicación, charlas y foros, para conseguir la implicación de ciudadanos y entidades clave vinculadas al territorio, como el ayuntamiento de Fuente del Fresno, otras localidades donde se desarrollara actuaciones por proximidad y vinculadas al territorio como Los Cortijos, Malagón y Villarrubia de los Ojos.
Global Nature, única entidad española con el reconocimiento internacional RAMSAR por el cuidado de estos humedales y con 30 años de gestión y conservación de estos ecosistemas, pondrá sus recursos, metodología y conocimiento en marcha, convirtiendo así este lugar en un espacio de estudio y trabajo prioritario.
Para Global Nature, los humedales son joyas de biodiversidad, grandes aliados frente a la crisis climática, y su gran valor aún está por ser conocido y reconocido. Por eso, este proyecto producirá materiales divulgativos que permitan seguir sensibilizando sobre la importancia de ecosistemas a través de este ejemplo específico del Charco del Tamujo. Para Global Nature “trabajar un caso único permitirá llegar a la población del territorio a la misma vez que crear materiales universales que muestren su valor”. De hecho, la entidad ha publicado este año un catálogo de humedales actualizado como apuesta para evitar el deterioro y poder crear hojas de rutas para conservar y restaurar.
Hace 10 años comenzó el proceso de restauración en el Charco del Tamujo, donde se plantaron más de 12.000 ejemplares de hasta 24 especies diferentes de árboles y arbustos, con el objetivo de recuperación del monte mediterráneo y de zonas de ribera.
El resultado es un paisaje caracterizado por la sucesión de zonas húmedas protegidas por la vegetación palustre (eneas, carrizos y juncos) y un oasis de vida para decenas de especies animales como la nutria, el pato colorado, el porrón común, el rascón, el abejaruco, el carricero tordal o el pájaro moscón que han encontrado en la antigua gravera su lugar de refugio y reproducción.