Un modelo basado en biomarcadores determina qué enfermos de COVID-19 pasarán a fase grave

Una investigación liderada por la Universidad de Almería (UAL) revela biomarcadores clave en sangre y orina que conducen a la mejor evaluación del COVID-19 y su pronóstico. Este estudio surge gracias a un proyecto de la Junta de Andalucía llamado ‘Valor pronóstico de nuevos biomarcadores metabolómicos determinados mediante RMN en orina y suero de pacientes infectados con COVID-19’, que fue el único concedido a la Universidad de Almería en su convocatoria extraordinaria provocada por el SARS-COV-2.

Paciente de coronavirus atendida en la UCI.

El estudio ha sido publicado en la revista ‘Nature Scientific Reports’, y refuerza la importancia del uso de biomarcadores en el manejo clínico de la enfermedad y podría contribuir a mejorar la atención sanitaria en futuras pandemias.

De hecho, a corto plazo, sus resultados pueden ayudar a hacer más eficaz el manejo de los pacientes con COVID-19 en los hospitales, permitiendo a los médicos identificar con mayor precisión quiénes tienen mayor riesgo de sufrir complicaciones posteriores por esa infección del virus. Así, podrían tomar decisiones más rápidas y efectivas sobre el tratamiento previo, lo que podría salvar vidas y reducir el tiempo de hospitalización de los pacientes. A medio plazo, el impacto podría extenderse más allá del coronavirus, ya que las técnicas utilizadas para identificar los marcadores metabólicos podrían aplicarse a otras enfermedades.

Qué facilita esta investigación sobre la Covid-19

La aportación conduce a facilitar un diagnóstico más temprano y preciso en diferentes escenarios, y, en conjunto, este estudio incide en la necesidad de disponer de herramientas para que la medicina sea más rápida, precisa y personalizada, beneficiando así a toda la sociedad. Ahí se sitúa el punto de partida de este trabajo, en la necesidad urgente de mejorar la capacidad para diagnosticar y tratar el COVID-19, especialmente en los casos graves que requieren hospitalización. Como se sabe, desde el inicio de la pandemia, los médicos han buscado maneras de identificar rápidamente a los pacientes con mayor riesgo de complicaciones, pero los métodos convencionales no siempre han sido suficientes para prever cómo evolucionará la enfermedad en cada persona.

Esta investigación ha incidido en ello, y ha logrado identificar una serie de marcadores metabólicos en sangre y orina que, junto con los parámetros obtenidos de análisis clínicos clásicos, como el índice de masa corporal, los niveles de colesterol o los triglicéridos, o variables asociadas a riesgo cardiovascular, permite mejorar el diagnóstico y el pronóstico del COVID-19. Todo ello ha permitido desarrollar un modelo estadístico que combina esas variables para, de forma sencilla, determinar el estado del paciente y, lo que es más importante, predecir como será su evolución.




Las investigadoras Ana Cristina Abreu, Ana Isabel Tristán y Ana del Mar Salmerón, investigadoras del grupo ‘Advanced NMR Methods and Metal-based Catalysts’ de la UAL que han desarrollado el estudio.

Los investigadores han analizado muestras de pacientes que ingresaron tanto en UCI como en planta hospitalaria, y esa labor les ha permitido observar las diferencias en los perfiles metabólicos entre los casos más graves y los más leves. Mediante una técnica avanzada denominada ‘resonancia magnética nuclear’, en la que el grupo de investigación ‘NMRMBC’ es referente internacional, el equipo ha logrado detectar cambios metabólicos asociados a la infección por el virus, que son los que proporcionan pistas sobre la evolución de la enfermedad y la respuesta del organismo.

La hipótesis inicial fue que el análisis detallado de las moléculas presentes en sangre y orina de los pacientes podría revelar cambios específicos asociados con la infección, unos cambios, conocidos como marcadores metabólicos, que podrían servir para evaluar la futura gravedad de la enfermedad y ayudar a los médicos a tomar decisiones mejor informadas sobre el tratamiento. Así, el estudio se ha enfocado en encontrar esas ‘huellas’ metabólicas que el virus deja en el organismo para proporcionar nuevas herramientas para un diagnóstico más preciso y una mejor predicción del pronóstico de los pacientes. Tan es así, que los resultados obtenidos no solo han ayudado a entender los entresijos metabólicos de un organismo afectado por el COVID-19, sino que también abren la puerta, como se ha apuntado antes, a desarrollar esas herramientas más precisas para evaluar la gravedad de la infección en cada paciente.

Este proyecto ha sido coordinado por el Grupo de Investigación ‘NMRMBC’ (Advanced NMR Methods and Metal-based Catalysts), liderado por Ignacio Fernández de las Nieves, a través de las investigadoras Ana Cristina Abreu, Ana Isabel Tristán y Ana del Mar Salmerón, sumándose al equipo de trabajo investigadores de la Universidad de Granada, liderados por José Carlos Prados, y del Hospital Universitario Torrecárdenas, liderados por Manuel Á. Rodríguez Maresca.