Miembros del grupo de investigación sobre Fuentes de Alta Energía en la Galaxia (FQM-322) han publicado recientemente en la revista internacional Astronomy and Astrophysics un importante descubrimiento relacionado con la naturaleza del posible agujero negro conocido como 1E1740.7-2942.
Los investigadores del grupo jiennense acometieron la ingente tarea de re-analizar las observaciones que atesora el archivo de datos del Very Large Array (VLA), un conjunto de antenas interferométricas ubicadas en el desierto de Nuevo México (EEUU) y de las que son usuarios asiduos.
Se trata, sin duda, de un importante hallazgo ya que desde 1992 la comunidad astrofísica debate si este objeto celeste, ubicado en dirección al centro de nuestra Galaxia, es un microcuásar que pertenece realmente a ella, o por el contrario, se trata de uno más de los cuásares y radiogalaxias en los confines del Universo que también emiten chorros de partículas casi a la velocidad de la luz. Tras recalibrar cuidadosamente los datos, originalmente tomados entre 1992 y 2008, quedó claro que los chorros del sistema 1E1740.7-2942 experimentaban cambios en su forma y brillo.
“Este hallazgo confirma que se trata de un objeto de nuestra Galaxia, que describe un fenómeno análogo a un cuásar lejano, que tendría lugar en escalas de tiempo de siglos o milenios en vez de unos pocos años como se ha observado. Se trata de un descubrimiento de gran importancia que ha permitido confirmar por fin su naturaleza galáctica, y con ello, el emisor de rayos-X duros más brillante y más cercano del Centro Galáctico. La absorción del polvo y gas interestelar dificulta enormemente el estudio con telescopios ópticos e infrarrojos y sólo mediante la observación con radiotelescopios se ha podido lograr este avance”, aseguran desde el grupo de investigación de la UJA.
La explicación física de lo observado es el fenómeno conocido como de “precesión”, una experiencia para todos familiar, similar a ver rotar un aspersor lanzando chorros de agua que parecen avanzar curvados.
En este caso, los chorros generados por el agujero negro, cuya existencia se presume en este objeto, se asemejan mucho a este fenómeno. Sin embargo, en ambos casos ello no es más que una bonita ilusión porque cada gota, o nube de plasma, se mueve realmente en línea recta manteniendo su dirección de lanzamiento inicial.
Los autores del trabajo han sido los profesores de la Escuela Politécnica Superior de Jaén Josep Martí Ribas, del Departamento de Física, y Pedro Luis Luque Escamilla, del Departamento de Ingeniería Mecánica y Minera y actual responsable del grupo FQM-322, junto con el profesor José Martínez Aroza del Dpto. de Matemática Aplicada de la Universidad de Granada. La publicación se puede consultar en el siguiente enlace. En la primavera de 2016, se espera que 1E1740.7-2942 sea observado de nuevo con el VLA, a propuesta del equipo investigador de la UJA, con el fin de refinar los parámetros de precesión obtenidos.