La agricultura es el gran motor de la provincia de Almería. Gracias a ella, Almería ha alcanzado el nivel de desarrollo del que ahora disfruta. Gracias a la agricultura, la incidencia de la crisis económica es algo menos dramática en esta provincia, convertida con el paso del tiempo en la huerta más fiable de Europa. Sin embargo, los usos agrícolas de los suelos almerienses también traen consigo una serie de problemas ambientales. La sobreexplotación de algunas zonas o el uso irresponsable de algunos compuestos ha provocado bolsas de contaminación que, en muchos casos han llegado hasta los acuíferos que riegan el mar de plásticos en el que se han convertido algunas zonas de Almería.
La presión de los mercados, que quieren productos cada vez más ‘limpios’ de prácticas que entran en conflicto con la salud, así como el esfuerzo de los investigadores por que la agricultura almeriense sea cada vez más sostenible, han conseguido parar este proceso contaminador, capaz de dañar seriamente los recursos hídricos subterráneos.
En esta línea trabajan los investigadores que integran el grupo Usos de Sólidos Inorgánicos en la Prevención de la Contaminación, que dirige María del Mar Socías. La búsqueda de lodos capaces de atrapar la contaminación, el desarrollo de capas aislantes que atrapan los productos nocivos e impiden que lleguen a los acuíferos, la descontaminación de aguas mediante lodos, estudio de los procesos de adsorción en disolución para la eliminación de contaminantes, es decir, el desarrollo de materiales capaces de atrapar en sus poros partículas de fluidos.
Estos investigadores del Departamento de Química-Física, Bioquímica y Química Inorgánica de la Universidad de Almería trabajan para que los nitratos empleados como abono en la agricultura no lleguen a las reservas de agua y las contaminen. A pesar de que el uso de abonos artificiales está cada vez más controlado, el nivel de nitrato presente en los suelos almerienses es relativamente elevado, de ahí la importancia de desarrollar procesos capaces de detenerlo y mantenerlo localizado, para evitar vertidos incontrolados.
El índice de nitrato presente en Almería se mantiene en los mismos niveles que hace algunos años, lo que quiere decir que su uso se reduce de forma paulatina y su presencia se mantiene gracias la proliferación de nuevos invernaderos. Si la situación se hubiera mantenido como hace algunos años, en los que el uso de abonos de nitrato estaba muy extendido, el índice de contaminación con esta sustancia sería alarmante y complicado de atajar.
Atrapar a los nitratos es de vital importancia para el medio ambiente. Estos compuestos provocan la eutrofización del agua, es decir, hacen que el agua sea especialmente rica en nutrientes y se llene de algas, responsables de acabar con el resto de la vida que se desarrolla en esa reserva hídrica. Por ejemplo, en el caso de balsas de agua, un exceso de nitrato conduce a que la cantidad de algas existente sea capaz de impedir que la luz traspase la superficie del agua, lo que conduce al resto de los seres vivos presentes en esa masa de agua a una muerte casi segura. Sin sol no hay vida, no hay oxígeno procedente de la fotosíntesis de las especies acuáticas.
En este sentido, el grupo de investigación que dirige María del Mar Socías es pionero, ya que está desarrollando una técnica con la que esperan atrapar los restos de nitrato en los suelos. De momento están realizando pruebas en laboratorio y no tienen unos resultados concluyentes del experiemento, pero se muestran confiados en que el proceso desarrollado tendrá el éxito esperado. Hasta ahora no ha habido ningún grupo de investigación que haya logrado atrapar estas sustancias en suelos de una manera efectiva y fiable, así que si los resultados del experimento son como los que esperan, se pueden convertir en un referente a nivel internacional.
De la misma manera que trabajan con los nitratos, lo hacen con los plaguicidas. Parte del trabajo del grupo de investigación se centra en la preparación de sistemas de liberación controlada de estos restos. Es decir, desarrollan un método con el que atrapar estos compuestos y que su liberación se realicen en las condiciones que los invesgiadores desean, una liberación controlada para evitar contaminación en los suelos.
Otra de las líneas de trabajo que llevan a cabo estos investigadores, según explica María del Mar Socías, consiste en el desarrollo de lodos especiales para la descontaminación de aguas. Estos científicos mantienen una doble vertiente en esta línea de trabajo, que les lleva a tratar aguas residuales, a las que libera de las sustancias nocivas y las devuelve limpias y aptas para riegos de explotaciones agrícolas; así como a depurar aguas almacenadas en acuíferos, que se han visto afectadas por algún agente contaminante, que pone en peligro el uso seguro de esta fuente de vida.
Estos investigadores emplean lodos y arcillas por que son un material bastante barato; muy versátiles en cuanto a su uso, ya que además de los usos descritos también funcionan como una capa aislante que protege a los acuíferos; por último, los lodos empleados en descontaminación de aguas pueden reciclarse tras liberarlos de los restos de contaminantes que han atrapado.
Este grupo de investigación, que recoge el testigo del que fundó Emilio González Pradas, padre de estas líneas de trabajo en Almería, también ha dado el salto internacional. Desde hace cinco años mantiene una línea de colaboración con Argelia, gracias a unos convenios suscritos con la Agencia Española de Cooperación Internacional. Esta cooperación se ha materializado en la creación de un máster en la Universidad de Orán, en el que se forman profesionales y estudiantes en el ámbito de la descontaminación de suelos y aguas, un problema muy extendido por este país debido a que sus autoridades no han tomado medidas para controlar el uso de plaguicidas y nitratos en sus explotaciones agrícolas.
Descontaminación de aguas y suelos, así como la cooperación internacional marcan la trayectoria de este grupo de investigación, que trabaja incansablemente para que el sector agrícola almeriense se mantenga como un referente de productividad y sostenibilidad, y dejar atrás fantasmas del pasado.
Responsable: María del Mar Socías Viciana.
Departamento: Química-Física, Bioquímica y Química Inorgánica
Teléfono: +34 950 015 962 / mail: msocias@ual.es
Reportaje publicado en el número 81 de Nova Ciencia.