Un estudio analiza la evolución de la mixomatosis en conejos silvestres en la última década en Andalucía

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La mixomatosis, causada por el virus mixoma, constituye, junto con la enfermedad hemorrágica, la principal causa de disminución de las poblaciones de conejo silvestre ya que, además de provocarles lesiones en la piel, problemas respiratorios y una bajada de las defensas (haciéndolos más propensos a que les afecten otras enfermedades o a que sean depredados con mayor facilidad), también puede causarles la muerte.

El grupo de investigación en Sanidad Animal y Zoonosis (GISAZ) de la Universidad de Córdoba (UCO) ha analizado, a lo largo de 12 años, y más allá de los tradicionales estudios puntuales que se fijan en la realidad de un momento dado, la prevalencia y la seroprevalencia del virus mixoma, esto es, la presencia del virus de forma activa y la presencia de anticuerpos una vez pasada la infección, en los conejos silvestres de Andalucía encontrando que la presencia de anticuerpos no era homogénea. Según el estudio, existen variaciones en la inmunidad entre las poblaciones de conejo, lo que incrementa el riesgo de que aparezca el virus en aquellas poblaciones con bajos niveles de inmunidad.

Tras analizar más de 2.300 conejos silvestres gracias al “Programa de vigilancia epidemiológica de la fauna silvestre en Andalucía” que realiza la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul de la Junta de Andalucía y dentro del cual se enmarca la investigación, el estudio encontró que el 60% de los conejos presentaban anticuerpos, es decir, estaban protegidos frente a una futura infección. Aunque es un porcentaje elevado, no es suficiente para alcanzar la inmunidad de rebaño, lo que limitaría la circulación del virus entre estos conejos.

La época del año, la temperatura, la humedad o la edad de los conejos son factores que influyen en la circulación del virus en los conejos silvestres. Así, el otoño, las altas temperatura y humedad o los conejos de mayor edad se identificaron como factores que influían en la seroprevalencia. Lo que no es extraño porque la infección del virus, que se transmite principalmente por vectores (mosquitos y pulgas) y se encontró activa en el 9% de los conejos estudiados, se produce en primavera y verano cuando las altas temperaturas y humedad favorecen la circulación de estos insectos, por lo que era en otoño cuando se encontraban los anticuerpos en los conejos supervivientes de la enfermedad. Además, los conejos adultos presentaron mayor probabilidad de haber tenido contacto con el virus mixoma a lo largo de su vida.

El estudio, publicado en la revista Transboundary and Emerging Diseases, permite incrementar el conocimiento sobre una especie clave del ecosistema mediterráneos como es el conejo silvestre, ya que más de 30 especies de depredadores, incluyendo el lince ibérico o el águila imperial, se alimentan de ellos. De hecho, como explica Ignacio García-Bocanegra, profesor del departamento de Sanidad Animal de la UCO, “una de las principales causas de disminución de las poblaciones de lince ibérico ha sido la falta de su principal alimento, el conejo silvestre. Así, las enfermedades infecciosas tienen un impacto directo en el ecosistema. No solo en la especie a la que afecta”. Además, de momento el virus afecta a los conejos fundamentalmente, pero en 2018 dio el salto, mediante una mutación, a la liebre ibérica diezmando a las poblaciones de esta especie en la mayor parte de la Península Ibérica.

La investigación ha sido financiada por el ministerio de Ciencia e Innovación en base a los proyectos LagoHealth (PID2019-111080RB-C21) y LAGOMED (PRIMAS2-11-PCI2019-103698).