Investigadores de la Universidad de Málaga (UMA) han comparado los sistemas digitales para trabajar con personas con trastorno de espectro autista con los pictogramas impresos. Han realizado una investigación en la que comparan las ventajas de ambos sistemas y ofrecen una serie de recomendaciones sobre su utilización tanto en las sesiones de terapia, como en el día a día con las familias y en la escuela. Esta investigación ha aportado algo más de luz sobre los tratamientos de este trastorno y han contribuido a definir una estrategia de trabajo más eficaz.
En España hay más de 450.000 personas con alguno de los trastornos encuadrados en el autismo y se calcula que cada año nacen 4.500 niños con este problema, que afecta principalmente a su capacidad para comunicarse y a su conducta; y en todo el mundo, las personas con autismo representan el 1 por ciento de la población. Además, el número de casos experimenta una tendencia creciente, aunque no se sabe bien por si porque realmente se producen más casos o porque han mejorados las técnicas para detectarlos.
Aunque se ha mejorado en los últimos años, el diagnóstico del trastorno del espectro autista (TEA) representa todo un reto para los especialistas. La heterogeneidad de esta población y las variaciones que presentan en función de su nivel de desarrollo, así como las particularidades de cada persona complican la detección del problema, explican los especialistas del Departamento de Psicología Básica de la UMA, Marina Calleja y Antonio Javier Zurita, autores del estudio comparativo de los materiales disponibles para trabajar con personas TEA.
La quinta edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5) clasifica el TEA en tres niveles según el grado de apoyo que cada persona necesita. En el Nivel 1 se encuentran las personas que “requieren apoyo”; en el nivel Nivel 2, las que “requieren apoyo sustancial”; mientras que en el Nivel 3, el más elevado, quienes “requieren un apoyo muy sustancial”.
Qué herramientas son más efectivas en el trabajo con personas TEA
Después de comparar los resultados obtenidos al utilizar medios analógicos, como tableros de comunicación físicos o pictogramas impresos en papel, frente a soportes TIC basados en comunicación aumentativa y alternativa, Marina Calleja y Francisco Javier Zurita han llegado a la conclusión de que aunque ambos métodos son efectivos para mejorar las habilidades comunicativas, sociales y comportamentales en niños con TEA, los soportes tecnológicos presentan “ciertas ventajas”.
“En particular, hemos observado que el uso de aplicaciones interactivas y dispositivos electrónicos genera un mayor interés y motivación en los niños, lo que puede facilitar un aprendizaje más rápido y mejores resultados a lo largo del tiempo”, han explicado en una entrevista para este medio.
No obstante, afirman estos especialistas de la UMA, las conclusiones son preliminares y se necesitan más estudios que confirmen los resultados de esta investigación. Dada la heterogeneidad previamente del TEA, es fundamental ampliar “la muestra de participantes y extendiendo la duración de los estudios para evaluar de manera más precisa cómo estos recursos influyen en los resultados a largo plazo”, añaden.
Qué ventajas tienen los medios digitales frente a los analógicos para personas autistas
El equipo de la UMA ha detallado las ventajas de las herramientas digitales frente a los tableros y los pictogramas en papel. Fundamentalmente, destacan, las aplicaciones digitales ofrecen “una personalización flexible y rápida”, un factor muy a tener en cuenta debido a la enorme variedad de casos TEA que pueden presentarse.
“Muchas cuentan con funciones avanzadas, como el seguimiento detallado del progreso del usuario mediante registros automáticos o la creación de un perfil específico para el usuario, lo que permite ajustar la intervención de forma continua y basada en datos”.
La interactividad es otra de las claves del éxito de este tipo de herramientas. Este elemento hace que se incremente la implicación de la persona con la que se trabaja, especialmente niños, lo que se traduce en “un aprendizaje más eficaz y duradero”. Además, muchas de estas herramientas cuentan con retroalimentación inmediata y refuerzos visuales y auditivos, que “facilitan el aprendizaje y la retención de nuevas habilidades”.
Qué avances en personas con TEA se logran mediante tablets y otras aplicaciones digitales
Según los estudios de este grupo de la UMA, el uso de tablets y otros soportes digitales con personas TEA contribuye a la mejora de las habilidades de comunicación, experimentan avances en la relación social y también mejoran en su comportamiento.
“En nuestros últimos estudios, aunque los participantes no eran hablantes, tras un tiempo empleando la estrategia de estimulación asistida del lenguaje con la aplicación EC+ (diseñada en la UMA), hemos observado mejoras significativas en su comunicación: buscan más contacto visual, aumentan sus acciones significativas, y han comenzado a vocalizar e incluso usar palabras sueltas de manera autónoma”.
Asimismo, explican, los usuarios de estos dispositivos han desarrollado nuevos intereses y mejorado su comprensión general, lo que se traduce en “un mejor comportamiento al estar más enfocados en las actividades, reduciendo su frustración y evitando o mitigando la aparición de conductas disruptivas o desafiantes”.
No obstante, con las herramientas analógicas también se logran avances destacados. Favorecen la comunicación espontánea, ya que no caen en la sobreestimulación que se puede alcanzar con la tecnología. “Promueven un enfoque más pausado y reflexivo, permitiendo a los niños procesar la información. Aunque requieren tener un gran número de materiales preparados y bien organizados para facilitar su uso eficiente”.
¿Deben sustituir a las analógicas?
Ahora, la pregunta que se plantea es si, en vista de las ventajas que conllevan, las herramientas digitales para trabajar con personas TEA deben sustituir a las analógicas. Los investigadores de la UMA opinan que no. Consideran que los recursos en formato digital deben complementar a los paneles y pictogramas en papel, de forma que se planteen intervenciones conjuntas, en las que se aprovechen los beneficios de unas y otras.
Por ejemplo, afirman, en el ámbito educativo, una combinación eficaz puede ser el uso de “ordenadores para presentar contenido interactivo, mientras que, al mismo tiempo, se utilizan cuadernos en papel para que los estudiantes tomen notas y realicen ejercicios manuales, lo que refuerza la retención de la información”.
Del mismo modo, “en entornos terapéuticos donde acudan niños con TEA, se pueden emplear aplicaciones digitales para actividades que sean estimulantes, junto con libros o fichas físicas que ayuden a reducir la exposición continua a pantallas y, a la vez, fomenten la concentración y las habilidades comunicativas”.
El trabajo con personas TEA, ya sea en un contexto educativo, de terapia o en las actividades cotidianas, requiere un enfoque personalizado y también multidisciplinar. Las técnicas de comunicación aumentativa y alternativa son una fórmula efectivas, cuyos resultados se multiplican cuando se abordan con herramientas digitales, que complementan a los materiales en papel.
Las personas TEA y en especial, los niños que padecen este trastorno, necesitan una atención especial, en la que están implicados los padres, maestros, psicólogos, logopedas, entre otros profesionales, que trabajan de forma coordinada, para la mejora de la integración de estas personas en la sociedad.