Tapir: una especie amenazada cuya desaparición pondría en peligro a todo el ecosistema amazónico

El tapir es una de las especies más características de los entornos tropicales y, más concretamente, de los bosques amazónicos. Este mamífero juega un papel determinante en la conservación del ecosistema, ya que se encarga de dispersar las semillas por el territorio, con lo que propicia el crecimiento de la cubierta vegetal. Sin embargo, la existencia del tapir está en riesgo, debido a la destrucción de su hábitat y del incremento de las temperaturas que trae el cambio climático.

El tapir de montaña (T. pinchaque) es la tercera especie en Colombia, de las cuatro especies reportadas en el mundo, todas en vía de extinción. Foto: Gustavo Adolfo Piso Flórez.

Si desaparecen los tapires desaparece la variabilidad genética del bosque, y como consecuencia se reduce su capacidad de adaptación al cambio climático, ya que lo relevante de este animal es que se puede desplazar largas distancias, entre 5 y 7 km, dispersando semillas y frutos. Estos nuevos árboles o arbustos son el hogar cientos de especies de insectos, anfibios y aves, por eso los tapires son considerados como especie paisaje”, explica el biólogo Federico Mosquera Guerra, de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), investigador del grupo de investigación en Ecología del Paisaje y Modelación de Ecosistemas (Ecolmod)

Colombia es el quinto país del mundo con mayor riqueza de mamíferos, entre los que se encuentran el tapir centroamericano (Tapirus bairdii), tapir de montaña (T. pinchaque) y tapir de tierras bajas (Tapirus terrestris).

Qué papel desempeña el tapir y por qué es tan importante para el ecosistema

El tapir de tierras bajas es un mamífero herbívoro de gran tamaño que desempeña un rol muy importante en los ecosistemas en donde habita, y en la ecología de las sabanas de la Orinoquia son esenciales como dispersores las semillas y frutos de los bosques de galería y morichales, contribuyendo así al mantenimiento de las coberturas naturales y la regulación del ciclo del agua, lo que resalta la necesidad de preservar esta especie y sus hábitats en un entorno de constante cambio por las acciones humanas.

A pesar de su importancia, los tapires enfrentan amenazas como la caza, la destrucción de su hábitat, los cambios en el clima y los fenómenos extremos, como sequías o inundaciones, que pueden alterar su acceso a alimentos y al agua, degradando sus hábitats aceleradamente.

El tapir de tierras bajas (Tapirus terrestris) es el principal conservador de los ecosistemas en las áreas hidrográficas de Amazonas, Caribe, Magdalena-Cauca, y Orinoco. Foto: Federico Mosquera Guerra, investigador Ecolmod UNAL.

En los últimos años el cambio climático ha generado un aumento en la frecuencia, intensidad y extensión de los incendios forestales, que se han convertido en una amenaza creciente para la biodiversidad de la Orinoquia porque deterioran los bosques riparios y morichales en las sabanas. Estas acciones humanas reducen la oferta de recursos disponibles para las especies de mamíferos, como alimento, refugio y provisión de agua”.

“A esta situación se suman las actividades productivas mal implementadas como la ganadería extensiva y la agricultura tradicional, que realizan prácticas como la tala y quema, que influyen en la presencia de estas especies en los hábitats evaluados para las sabanas de altillanura de la Orinoquia”, explica el investigador Mosquera.

Tapires: especies vitales para el mantenimiento de los ecosistemas 

“El tapir de tierras bajas –considerado como vulnerable– se distribuye en las sabanas nativas de altillanura del Vichada y actualmente está amenazado por el deterioro de sus hábitats debido a incendios forestales, construcción de infraestructura vial y la presión cinegética”, enfatizó el investigador de la UNAL.

La conservación de esta especie es esencial no solo para su supervivencia sino también para la salud de los ecosistemas que dependen de su actividad ecológica. Según el biólogo Mosquera, “la asistencia al simposio y el diálogo con los profesionales de diferentes países me permitió identificar 3 principales cuellos de botella para lograr la conservación del tapir y de sus hábitats”.

El Tapir centroamericano (T. bairdii) es otra especie que habita en nuestro país. Foto: Mark Kostich.

“El primer obstáculo es la protección social del conocimiento, es decir articular la academia que está generando investigaciones con el decisor, que en últimas son las comunidades; el segundo es la incidencia en las políticas públicas y el tercero la financiación de la ciencia, ya que el porcentaje para la construcción del conocimiento en nuestros países es muy bajo.

Por último, hace un llamado acerca de la importancia de conocer e implementar acciones que realmente ayuden a la conservación de los tapires y sus hábitats, debido a que su pérdida no solo afectaría esta zona de estudio del país. Mientras tanto el equipo de investigación continúa realizando estudios que ayuden a identificar las amenazas que presenta el tapir de tierras bajas y posteriormente construir las estrategias para incidir con este conocimiento en la toma de decisiones que tenga como pilar fundamental la conservación y protección de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos que prestan estos grandes mamíferos y sus hábitats en el país.