Un equipo de la Universidad de Jaén comprueba la eficacia del eugenol, presente en el extracto de clavo, para combatir a las superbacterias. Este componente del clavo desarma a las bacterias, que sucumben ante los antibióticos, y podría ser clave para del desarrollo de antimicrobianos más potentes.

Heridas que antes se trataban de manera sencilla hoy pueden llevar a la muerte; intervenciones quirúrgicas sencillas que se complican; y prácticas médicas, en otros tiempos rutinarias, se han transformado en situaciones de riesgo para los pacientes.
La resistencia de las bacterias a los medicamentos, fruto de un uso abusivo o indebido de los antibióticos, se han convertido en uno de los problemas de salud pública más graves a nivel internacional. Ya hay quienes se refieren a él como la nueva epidemia, con potencial para cobrarse la vida de 208 millones de personas en los próximos 25 años, según una investigación reciente publicada en la revista The Lancet.
Grupos de investigación de todo el mundo trabajan en el desarrollo de medicamentos más potentes, así como en estrategias diferentes para desarmar a las bacterias y volver a hacerlas vulnerables a los antibióticos. En este segundo grupo pueden situarse las investigaciones del Equipo de Investigación EI_BIO1_2023 de la Universidad de Jaén (UJA), que estudia el potencial de un compuesto del clavo, para acabar con la resistencia bacteriana.
Qué componente del extracto de clavo desarma a las superbacterias
Estos investigadores de la Facultad de Ciencias Experimentales de la UJA han puesto su mirada en el eugenol, un líquido oleoso extraído de aceites esenciales de especias como el clavo, la nuez moscada y la canela, por su capacidad para inhibir el crecimiento de los microorganismos y actuar sobre diferentes dianas celulares. Y son los primeros en emplear el derivado del clavo para combatir a las bacterias.
Sin embargo, el enfoque aplicado por este grupo, liderado por Hikmate Abrouiel, es diferente y también más efectivo, ya que además de atacar a los microorganismos, también se dañan sus genes y la capacidad para trasladar las estrategias frente a los fármacos a futuras generaciones de bacterias.
«La estrategia de eliminar bacterias y sus genes es más efectiva ya que al eliminar solamente las bacterias, sus genes pueden permanecer en el medio ambiente como contaminantes potenciales, siendo más alarmante la adquisición de dichos genes por diferentes bacterias incluso aquellas patógenas haciéndolas más robustas y por lo tanto más difícil de eliminar», explica la investigadora de la UJA.
La fórmula innovadora de búsqueda de herramientas para eliminar o combatir la expresión de los genes de las bacterias multirresistentes se enmarca en la línea de una sola salud, en la medida en que trata de «frenar la diseminación de los genes de resistencia entre los diferentes ambientes».

Qué es el eugenol y cómo daña a las bacterias
El eugenol es el compuesto mayoritario en los aceites esenciales de clavo. En investigaciones previas se le han comprobado efectos antimicrobianos en microorganismos de las familias Gram negativos y Gram positivos; también actúa sobre diferentes tipos de levaduras; y cuenta con «efectos inhibidores sobre la migración, la adhesión y la formación de biopelículas, un problema importante en ámbitos sanitarios e industriales», aclara Hikmate Abrouiel.
La exposición de las bacterias al eugenol no las daña directamente, sino que las desarma y las deja sin defensas ante los antibióticos. Concretamente, el eugenol establece una interacción con la pared celular de las bacterias, donde «inhibe la expresión de bombas de eflujo».
Las bombas de eflujo son mecanismos que protegen a las bacterias de las sustancias tóxicas, porque se encargan de expulsarlas fuera de sus células y neutralizan el efecto nocivo de agentes antimicrobianos, toxinas, colorante y moléculas de señales de detección de quórum.
El extracto de clavo en combinación con antibióticos
Hasta el momento, el eugenol ha sido probado con antibióticos como la kanamicina, eritromicina y tetraciclina, empleados tanto en animales como en humanos; también se ha estudiado su efectividad en productos biocidas, utilizados en la desinfección de superficies y aguas.
«Los resultados obtenidos con el eugenol son prometedores y abarcan bacterias de gran importancia en el ámbito de la industria alimentaria y el ámbito sanitario», afirma la investigadora de la UJA.
Los ensayos con estos compuestos comenzaron después de que en varios estudios científicos se comprobara su alta actividad para revertir la resistencia a los antibióticos. Demostraron que la adaptación a aceites vegetales inducía cambios importantes en el perfil de susceptibilidad de las bacterias a los antibióticos, y entonces «vimos una clara diana para fomentar este cambio haciendo las bacterias más susceptibles a los antibióticos».

Contra qué bacterias actúa el eugenol
Hasta el momento, la actuación del eugenol ha sido exitosa frente a bacterias multirresistentes a los antibióticos, como los enterococos, los estafilococos y las pseudomonas. Además, Hikmate Abriouel no descarta que el espectro de actuación de este producto sea mucho más amplio, pero será algo a comprobar en futuras investigaciones.
Las pruebas con el eugenol han traspasado el ámbito del laboratorio y se han materializado en aplicaciones concretas. Por ejemplo, este enfoque novedoso para combatir bacterias con el compuesto extraído del clavo ha permitido el desarrollo de diferentes estrategias para eliminar las bacterias y sus genes de las superficies contaminadas de mataderos y también de superficies en ambientes sanitarios.
Además, «los resultados obtenidos nos permiten proponer el uso de eugenol en soluciones desinfectantes como una excelente alternativa para limitar la propagación de bacterias multirresistentes y sus genes en la cadena alimentaria y el medio ambiente», añade la investigadora de la Facultad de Ciencias Experimentales de la UJA.
Este equipo de investigación lleva años investigando las propiedades de productos naturales para combatir a las bacterias multirresistentes. Y entre sus logros más destacados se encuentra la patente de un desinfectante, que no solo elimina las bacterias, sino que también acaba con su capacidad de evolucionar genéticamente y adquirir resistencia ante agentes antimicrobianos.
Estudios como los que realiza este equipo de la Universidad de Jaén están siendo fundamentales para combatir la gran epidemia que se nos viene encima, que no entiende de fronteras entre especies y que ha sido el resultado de años de un uso exagerado de unos medicamentos fundamentales.