Veterano, cerca de la cincuentena y con los principios muy firmes. El neoyorquino Sonny Vincent llega esta noche al pub Lily Marlene de Almería para reivindicar su papel como uno de los padres del movimiento punk neoyorquino. Temas acelerados, guitarras afiladas y ruido, mucho ruido, son los ingredientes indispensables de los conciertos del que fuera líder de The Testors.
Ya han pasado algunas primaveras (más de treinta) del nacimiento del movimiento punk en la Gran Manzana y que dio nombres tan señeros para la música popular como The Ramones. No tan famosos pero igualmente activos, en 1976 nacieron The Testors, liderados por un inconformista Sonny Vincent. Esta banda compartió escenario con gran parte de las bandas neoyorquinas que por aquellas fechas dieron vida a una nueva ola musical. Entre ellos estaban Teenage Jesus & the Jerks, The Cramps and Suicide, y los Dead Boys. Todos ellos tenían como centro de reunión al mítico club CBGB que vio nacer a grandes nombres del rock internacional.
Tras varios años con Testors y obtener algunos éxitos musicales de no gran nivel, en 1981 Vincent se marchó a Mineápolis donde formó Sonny Vincent and The Extreme. Este nuevo proyecto le llevó de gira por los principales clubes de Estados Unidos, incluso participó en la película de serie B ‘Mannequin World’.
Tras unos años llenos de conciertos, el proyecto de Vincent llegó a su final y el músico siguió su andadura con otras formaciones como Sonny Vincent and the Guevaras, Sonny Vincent and his Rat Race Choir.
Sonny Vincent ha trabajado con muchos músicos a lo largo de su vida entre quienes destacan Wayne Kramer, Maureen Tucker, Scott Asheton, Captain Sensible, Cheetah Chrome, Bob Stinson, Walter Lure, Brian James, Thurston Moore, Richard Lloyd, Lou Reed, John Cale, Sterling Morrison, Jad Fair, John Sluggett, Greg Ginn, Lance of Athens GA and Kim Shattuk.
Ahora, con 56 años, llega a Almería para demostrar que sigue en buena forma. El pub Lily Marlene acogerá una actuación de uno de los músicos en activo más carismáticos y más arraigado a sus principios. Se trata de una oportunidad única para encontrarse con las raíces del punk y de un movimiento que, sin pretenderlo, cambió la forma de entender la música.