Han sido cuatro años en los que el enclave pechinero se ha quedado sin disfrutar de su cante flamenco, cuatro años de silencio cuyo dolor no ha podido paliar ni el agua medicinal a más de 40º que nace de las entrañas de esta sierra almeriense.
Ahora, de mano de la nueva corporación provincial regresa este festival flamenco, una oportunidad también para dar a conocer el complejo de los baños y el entorno de la Sierra Alhamilla, donde además de una mezcla tan interesante como la montaña y el desierto, aún se pueden apreciar restos del pasado minero de Almería.
El festival está organizado por la peña flamenca El Yunque, y ha contado con la colaboración del Ayuntamiento de Pechina y la Diputación de Almería. Esta cita celebró su primera edición en 1990, como un festival que quería recuperar las señas de identidad de Pechina y otras localidades mineras. Desde entonces, el festival tomó una periodicidad bianual, hasta que hace cuatro años dejó de celebrarse.