Es uno de los autores más grandes de la música de este país y que este año celebra sus 50 años sobre los escenarios. Joan Manuel Serrat visitó este domingo el Auditorio de Roquetas de Mar para regalar a su público alguna de las mejores canciones de su carrera.
‘Antología desordenada’ es el título del espectáculo en el que Serrat se reencuentra con temas que se han convertido en aunténticos himnos. Una veintena de temas con los que el artista catalán supo resumir los momentos más álgidos de su carrera.
Con una escenografía sencilla, donde el telón trasero mostró, en cambiantes luces de neón pero durante todo el concierto, la firma del catalán. El recital arrancó con el ‘Carrrusel del furo’ y continuar con ‘De vez en cuando la vida’ y ‘De cartón piedra’. “Buenas noches, bienvenidos a su fiesta. Mi gratitud por haber decidido invertir una noche de sus vidas en compartirla con nosotros y con la Musica”, dijo el artista.
Fue un repertorio de grandes éxitos donde no faltaron ‘Mediterráneo’, ¡Para la libertad’, ‘Penélope’ o ‘Lucía’. Hasta hizo un tema en catalán recordando sus inicios titulado ‘Ara que que tinc vint anys’, y cuyo título ha tenido que cambiar ya en dos ocasiones. “Se cumplen cien años del estreno del ‘Amor brujo’ en este 2015. También se cumplen 100 años del nacimiento de Santiago Carrillo, Orson Welles y Frank Sinatra. Y se cumplen 50 años de mi llegada a los escenarios y estoy aquí para celebrarlo”.
“Ha sido un magnifico camino de vida, donde han intervenido muchas personas y a las que manifiesto públicamente mi gratitud. He tenido un oficio que me gusta, que me aplauden y que me pagan”, apuntaba Serrat, mientras evocaba a Machado cantando el tema ‘Cantares’, aunque luego hubo un Serrat más intimo en ‘Niño silvestre’. Los aplausos llegaron con canciones como ‘A esos locos bajitos’.
El final del concierto fue apoteósico con canciones como ‘No hago otra cosa que pensar en ti’, ‘Mediterraneo’, ‘Romance de Curro el Palmo’, ‘Aqulas pequeñas cosas’ y acabó con ‘Hoy puede ser un gran día’. Aunque se marchó del escenario tenía que volver porque el público no se marchaba del patio de butacas.
El regreso al escenario fue para que el cantante hiciera dos piezas como ‘Lucía’ y ‘Fiesta’. Pero la guinda de la noche llego con ‘La saeta’ que en la voz de Serrat es algo sublime. El público feliz y contento y Serrat orgulloso de haber cumplido ante un público entregado desde el principio al final.