La Consejería de Medio Ambiente, Universidades, Investigación y Mar Menor de la Región de Murcia llevará cabo actuaciones para reforzar la población de sapo partero bético (Alytes dickhilleni) en el Parque Regional de Sierra Espuña, que alberga seis de las once especies de anfibios presentes en la Región.
El sapo partero (Alytes obstetricans) es una especie de anfibio de la familia Alytidae, caracterizada por su singular comportamiento reproductivo. Los machos de esta especie llevan los huevos en sus patas traseras hasta que las larvas están listas para eclosionar, de ahí proviene su nombre común. Estos sapos son de tamaño pequeño, midiendo entre 3.5 y 5.5 cm de longitud, con una piel verrugosa y tonos que varían del gris al marrón, lo que les proporciona camuflaje en su hábitat natural. Habitan en regiones de Europa occidental, frecuentemente en áreas montañosas y cerca de cuerpos de agua como estanques y arroyos, donde prefieren climas templados y húmedos.
El sapo partero enfrenta varias amenazas que han reducido sus poblaciones en distintas áreas. La principal amenaza es la destrucción y fragmentación de su hábitat debido a la urbanización, la agricultura intensiva y la construcción de infraestructuras. Además, son muy vulnerables a enfermedades infecciosas, especialmente la quitridiomicosis, causada por el hongo Batrachochytrium dendrobatidis, que ha devastado poblaciones de anfibios en todo el mundo. También se ven afectados por la contaminación de los cuerpos de agua y el cambio climático, que altera las condiciones de su hábitat natural y puede afectar su ciclo reproductivo. La introducción de especies invasoras que predan sobre ellos o compiten por los recursos también representa una amenaza significativa para su supervivencia.
Por qué Sierra Espuña es un refugio para el sapo partero
Sierra Espuña se convierte en un entorno refugio para el sapo partero porque las circunstancias climáticas de este entorno dificultan el desarrollo del hongo que afecta a esta especie de anfibio. Por ese motivo, la Consejería va a actuar en este espacio en tres grandes líneas que se prolongarán hasta mayo del 2025.
La primera de ellas es la adaptación y actualización del Plan de Reforzamiento Poblacional -que data de 2021-, en función de las lecciones aprendidas tras las acciones de años anteriores. La actualización permitirá disponer de un documento que establezca las directrices y procedimientos para continuar con los trabajos.
Precisamente estos trabajos de reforzamiento constituyen el segundo gran eje de actuación. Con el objetivo de consolidar el establecimiento de poblaciones y crear nuevos núcleos reproductores, se realizarán tres sueltas o translocaciones. Una se llevará a cabo en el abrevadero de los Pimporrillos, para continuar reforzando el área de presencia actual de la especie, y otras dos en el abrevadero de Fuente Blanca (Prado Mayor) y en la balsa contra incendios de La Carrasca.
En esta última localidad se actuará por primera vez, mientras que en Fuente Blanca ya se realizaron sueltas de larvas que se desarrollaron exitosamente el pasado año. Estas actuaciones de translocación son aprobadas por la Dirección General de Patrimonio Natural y Cambio Climático, y se hará mediante un tratamiento antifúngico previo en laboratorio para garantizar la liberación de larvas libres del hongo quitridio que amenaza la especie.
Finalmente, tras las sueltas, se realizará un seguimiento y conteo quincenal de las larvas en estos cuerpos de agua. Aunque el seguimiento de las fases terrestres es complicado, el censo de juveniles y adultos se llevará a cabo de forma periódica cuando las condiciones ambientales de precipitaciones relevantes y ausencia de viento lo permitan.
El Parque Regional de Sierra Espuña constituye el límite oriental del rango de distribución del sapo partero ibérico, y está siendo muy proactivo en la conservación de los anfibios, especialmente durante la última década. En este sentido, destacan las actuaciones de mejora, revisión e inventario de cuerpos de agua, así como las actividades de sensibilización.