Salario mínimo de 900 euros, ¿cómo afectará a la economía?

Evolución del salario mínimo desde 2015 a 2019.
Evolución del salario mínimo desde 2015 a 2019.

La subida del salario mínimo interprofesional a 900 euros ha sido una de las medidas estrella del Gobierno de Pedro Sánchez, y una de las más criticadas. Varios expertos opinan sobre las consecuencias positivas y negativas de la mayor subida del salario mínimo desde la Transición.

Las movilizaciones en contra de la celebración del último Consejo de Ministros del año, desarrollado en Barcelona, el 20 de diciembre, coparon la mayor parte de la carga informativa sobre esta reunión del Gobierno de Pedro Sánchez.

Una subida histórica del salario mínimo

Las movilizaciones independentistas eclipsaron la aprobación de una medida que puede calificarse como histórica y que puede tener unas consecuencias muy importantes en la marcha de la economía del país.

Ese Consejo de Ministros, cargado de simbología y de fotos incómodas, fue el elegido para la aprobación de la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) a 900 euros mensuales por catorce pagas.

Esta medida entró en vigor el 1 de enero de este año y supone la mayor subida del salario mínimo desde 1977. Un incremento de un 22,3% respecto a los 735,9 euros en los que estaba fijado el SMI hasta ese momento.

Y responde al acuerdo al que llegó el Ejecutivo de Pedro Sánchez con la formación Unidos Podemos, para la aprobación de los presupuestos de 2019.

Un salario mínimo de 30 euros/día

El salario mínimo estrenado este año supone un salario de 30 euros al día y un total de 12.600 euros al año. Además, para los trabajadores eventuales y temporeros, el salario mínimo se ha fijado en 42,62 euros al día, y para los empleados del hogar (en su mayoría mujeres), en 7,04 euros por hora.

La subida del SMI beneficiará a 2,5 millones de personas, de las que un 56% son mujeres, según datos facilitados por el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social.

En un análisis rápido, se puede intuir que el SMI de 900 euros contribuirá a reducir la desigualdad y a dar una mayor capacidad de gasto a las rentas más bajas.

Incertidumbre y críticas por la subida del SMI

Sin embargo, esta subida no ha sido bien recibida por un buen número de expertos y de entidades, que muestran sus reservas sobre los efectos que este incremento tendrá en la marcha de la economía española.

La sensación de recuperación económica tras la crisis del ladrillo se ha terminado. Y si bien no se está en un proceso de recesión, sí es cierto que se ven signos evidentes de una desaceleración de la economía del país.

Hay tensión, nervios y algo de temor a lo que pueda venir en los próximos años. Una situación, en opinión de varios expertos consultados por esta revista, no especialmente propicia para una subida tan importante del salario mínimo.

Y sobre todo, existe incertidumbre, ya que no hay referencias de la marcha de la economía ante incrementos tan elevados del salario mínimo. Así como la sensación de que esta medida, por sí misma, no servirá para luchar contra la precariedad laboral. Por eso, ahora mismo solamente se pueden hacer predicciones sobre el comportamiento de la economía.Y las que hay, no son nada alagüeñas.

Evolución del salario mínimo. Gráfico elaborado por AIReF.
Evolución del salario mínimo. Gráfico elaborado por AIReF.

SMI de 1.000 euros en 2020

La subida pactada para 2019 rompe con lo pactado a finales de 2016. En esa fecha se acordó una serie de subidas progresivas para que el salario mínimo se situara en 850 euros en 2020. Así, en 2017 subió un 8%, y un 4% en 2018. Y estaba previsto que el incremento en 2019 fuera de un 5%, para dejarlo en 773 euros; y otro 10, en 2020. Sin embargo, línea de subida actual puede desembocar en que en 2020 el SMI se fije en 1.000 euros.

Para llegar a alguna conclusión acertada de lo que podría ocurrir, hay que ver qué cómo se han comprtado las subidas del SMI realizadas en el pasado.

Previsiones del impacto del salario mínimo

El Banco de España, en el Informe Trimestral de la Economía Española de enero de 2017, realizó una simulación de los efectos que tendrían las subidas del SMI pactadas anteriormente, hasta alcanzar un salario mínimo de 950 euros en 2020.

Y las conclusiones son que en ese escenario las pérdidas de empleos asociadas a las subidas salariales serían de hasta el 11% en el caso de  un SMI de 950 euros. Mientras que los colectivos con mayor probabilidad de perder el empleo son “los más jóvenes y, sobre todo, los trabajadores de mayor edad”.

Por su parte, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) presentó el pasado octubre un informe-simulación, con los efectos que tendría un SMI de 900 euros en el mercado laboral.

En él hace hincapié en la incertidumbre que hay en torno a una subida del salario mínimo de la magnitud aprobada. Hasta la fecha, con las subidas moderadas “los efectos negativos sobre el nivel de empleo son pequeños, especialmente en el corto plazo”. Y recomienda un seguimiento continuo de la evolución de la economía y del mercado laboral, así como “la adopción de medidas para paliar los posibles efectos negativos”que pueda tener esta subida.

BBVA Research afirma que un SMI de 900 euros se traducirá en la pérdida de 190.000 empleos, o lo que es lo mismo, el 1% de los ocupados en España.

Subida sí, pero más progresiva

Por su parte, desde el Colegio Profesional de Economistas de Almería, David Uclés cree que esta subida del SMI beneficiará a las clases más bajas.

Sin embargo, matiza que ese beneficio puede ser solamente a corto plazo, ya que los empresarios podrán compensar el incremento de los costes laborales con otras medidas, como la reducción del número de horas.

“El problema de una subida tan grande es que no tenemos ninguna evidencia empírica de lo que puede suceder. Las subidas que ha habido hasta ahora, normalmente han sido beneficiosas para los salarios más bajos. Pero no han logrado disminuir las diferencias entre los salarios más bajos y más altos”, opina David Uclés.

Incremento de los costes laborales y descenso de la contratación

Desde el Departamento de Economía Aplicada de la Universidad de Almería también se muestran escépticos o, mejor dicho, preocupados con esta subida tan importante del salario mínimo. Y las razones que dan para ello residen en que se va a producir un aumento de los costes laborales, que, sospechan, vendrá acompañado de un descenso de la contratación.

Al mismo tiempo, opinan que esta subida provocará un alza en los precios, de modo que el beneficio obtenido por estos asalariados quedará diluido en la inflación.

Esta situación puede desembocar en un problema de competitividad de las empresas, que verán reducido su margen por el aumento de los costes por trabajador; al tiempo que podría acarrear una subida de impuestos, ya que la propia Administración verá incrementados los costes de los trabajadores que hasta ahora estaban por debajo de los 900 euros.

Desconfianza ante una nueva recesión

Hay una cuestión de fondo que es motivo de preocupación. La situación actual no invita a  una subida del salario mínimo,del 22% debido al enfriamiento que se ha constatado en la economía y la incertidumbre ante la posible llegada de una nueva recesión.

Este miedo relativo puede suponer un freno a las contrataciones de los jóvenes que acceden a su primer empleo o de quienes lo hacen a puestos en los que no se requiere preparación, que son los que tienen acceso a estos salarios. Aunque todo son interrogantes todavía, ya que el impacto sobre el empleo que tendrá la subida del salario mínimo dependerá de la salud de la economía.

“Si la economía nacional logra evadirse de un enfriamiento general que hay en Europa, esto tendrá un efecto positivo. Sin embargo, esta medida coincide con un enfriamiento de la economía nacional, los efectos negativos pesarán más que los positivos”, afirma David Uclés.

Para que esos efectos sean positivos, la tasa de crecimiento debe estar por encima del 2%. Con esa coyuntura, aumentaría el nivel de renta de muchas familias, lo que se traduce en un incremento del consumo y una demanda nacional mayor.

Cobertura del salaro mínimo en las comunidades autónomas.
Cobertura del salaro mínimo en las comunidades autónomas. Gráfico de Florentino Felgeroso.

Un crecimiento por encima del 2,3%

¿Y qué dicen las previsiones? Analistas Económicos de Andalucía, la sociedad de estudios de Unicaja, estima en su informe para 2019 que la economía andaluza crecerá un 2,3%, una cifra similar al crecimiento que se registrará a nivel nacional.

Mientras que la tasa de paro en Andalucía estaría en el 21,4% (unos 840.000 desempleados), después de haberse registrado un crecimiento del empleo del 2,2%, con una población activa que se mantiene estable.

Este mismo informe prevé un crecimiento en la construcción de un 3,6% y de los servicios, que se situaría en un 2,3%.

¿Escenario favorable al SMI de 900 euros?

En vista del informe elaborado por Analistas Económicos, se puede decir que la subida del SMI va a tener menos impacto de lo que se afirma en otros estudios. Sin embargo, se está en el ámbito de las previsiones, no de las certezas, así que habrá que esperar, al menos, hasta mediados de año, para tener una visión más clara del comportamiento de la economía y del mercado de trabajo en el contexto de un salario mínimo interprofesional de 900 euros.

A nivel científico no existe consenso sobre los efectos de la subida del salario mínimo sobre la economía y el mercado de trabajo, afirma el catedrático de Economía de la Universidad de Jaén, Antonio Martín Mesa.

Este experto reconoce que las subidas anteriores del SMI apenas ocasionaron efectos negativos sobre la economía. No sabe bien qué ocurrirá con el incremento del 22% que se ha puesto en marcha, aunque sospecha que los efectos sobre el mercado de trabajo serán negativos y afectarán a las personas que se mueven en el rango salaria del SMI.

Adelanta que se pueden producir recortes en las jornadas y que las empresas de menor tamaño y con menos margen para asumir el incremento de los costes salariales de este colectivo pasarán por problemas, al tiempo que reducirán el flujo de contratación. Y apoya su argumento en un informe del Banco de España, en el que se da cuenta de que la subida del SMI acarreará la pérdida de 80.000 puestos de trabajo en los próximos dos años.

900 euros o incluso algo más

El catedrático del Departamento de Fundamentos del Análisis Económico de la Universidad de Murcia, José García Solanes, defiende la subida del salario mínimo a 900 euros. Incluso, es de los que opina que la situación económica y el crecimiento actual podrían aguantar una subida mayor todavía. Aunque considera que ésta última no habría sido acertada, y defiende una subida más progresiva.

García Solanes no percibe la misma amenaza que la del resto de expertos que han participado en este reportaje. Más bien al contrario, ya que considera que esta subida contribuirá a mejorar la situación de los trabajadores que perciben este tipo de salarios.

Principalmente, jóvenes sin cualificación, que al ver aumentado su poder adquisitivo, consumirán más e incrementarán la demanda interna. Y todo ello, sin miedo a que ese incremento del consumo repercuta en un aumento de la inflación, ya que se trata de un porcentaje muy bajo de la tasa salarial, calculado por el Gobierno en un 3,5 por ciento.

Menos del 9% de todos los asalariados en 2020

“La cobertura del SMI es muy baja. Pero incluso, aunque el SMI subiera a 950 euros, lo que se preveía para 2020, afectaría a algo menos del 9% de todos los asalariados. Sobre todo, ocupaciones no cualificadas y también en empresas con menos de 5 trabajadores y empresas de creación muy reciente, que es ahí donde se encontrarían los trabajadores con la cobertura del SMI”, explica García Solano.

Y es de los que piensa que algunos informes como el del BBVA están “exagerando los impactos”, debido a que en los últimos años están introduciendo “un cierto sesgo hacia una visión muy liberal de la economía”.

Al mismo tiempo, considera que a la subida del salario mínimo podría seguirle otra en el resto de trabajadores, algo a lo que llegaría si en las diferentes mesas sectoriales se ponen en marchas medidas de presión para desembocar en una negociación colectiva.

Un paro desbocado

Por su parte, el coordinador del Grado en Economía de la Universidad de Alicante, Julio Carmona Martínez, también es de los que considera que la subida del salario mínimo no tendrá un impacto negativo como el que anuncian estudios y otros expertos.

Sí es cierto que se muestra crítico con las cifras de asalariados afectados por la subida, que el Gobierno estima en un 3,5%. Recurre a la Encuesta de Estructura Salarial 2016 del Instituto Nacional de Estadística, en la que se puso de manifiesto que los asalariados que perciben el SMI se sitúa en torno al 13% de los trabajadores.

La subida del salario mínimo enlaza directamente con uno de los mayores problemas que tiene este país. En España, la tasa de paro duplica la de los países de nuestro entorno. Un problema endémico al que todavía no se le ha encontrado solución.

Por lo general, la economía española se ajusta por el empleo, es decir, que las crisis económicas tienen una incidencia excepcional sobre los puestos de trabajo, algo que no ocurre en países como Francia o Alemania, cuyos mercados de trabajo se ven afectados por las crisis, pero no en la medida en que ocurre aquí.

Arriba, David Uclés del Colegio de Economistas de Almería, Antonio Martín Mesa de la Universidad de Jaén, y José García Solanes de la Universidad de Murcia. Abajo, Julio Carmona Martínez de la Universidad de Alicante y miembros de Analistas Económicos de Andalucía, del grupo Unicaja, entidad consultada para el reportaje
David Uclés, Antonio Martín Mesa, José García Solanes, Julio Carmona Martínez y expertos de Analistas Económicos.

No es normal lo que ocurre en España

“No es normal que un país como el nuestro tenga unas tasas de paro tan desorbitadas y tan en discordancia con lo que tenemos alrededor. No somos un país raro, extraño… estamos en un entorno de un mercado único y en nuestra normativa del mercado de trabajo hay algo que no nos permite funcionar como los otros”,  opina David Uclés.

Los datos muestran que el mercado laboral es ampliamente mejorable, aunque hay discrepancia en las medidas a seguir para estimular la contratación y reducir las cifras de paro, que en algunas zonas del país resultan hasta escandalosas.

Hay quienes proponen una bajada de los impuestos, como opinan desde el Departamento de Economía Aplicada de la Universidad de Almería, una medida que se podría acompañar con una baja del IVA en algunos productos de primera necesidad, con lo que beneficiarían las personas con salarios más bajos. En esta misma línea se posiciona Julio Carmona Martínez, que además reclama medidas de estímulo a la contratación de jóvenes. También, como José García Solano, hay quien afirma que uno de los problemas más graves de nuestro mercado laboral reside en las rigideces del sistema y en una “falta de acoplamiento” entre la formación de los trabajadores y las necesidades de las empresas.

Subida del SMI, un debate todavía abierto

La subida del SMI genera mucha controversia y son más los que desconfían de los efectos positivos que tendrá en la economía, como se ha visto a lo largo de este reportaje. Sin embargo, esta subida llega tras un 2018 que se ha cerrado con la mayor creación de empleo en doce años. Una tasa de paro del 14,45%, la más baja desde 2008, y un total de 3,3 millones de desempleados, según los datos de la Encuesta de Población Activa publicada a finales de enero.

Cifras aparte, la subida el SMI es una medida social aprobada por un Gobierno cuestionado por su fragilidad en el Parlamento, que viene a intentar curar algunas de las heridas provocadas por la crisis del ladrillo y cuyos efectos tendrán que analizar los expertos en los próximos meses.

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