Un belén de 210 metros cuadrados y unas 1.300 piezas. Roquetas de Mar inauguraba ayer tarde su tradicional belén monumental, con el que se dio el pistoletazo de salida a la Navidad. Instalado en el Castillo de Santa Ana, este año presenta una serie de novedades y cambios en su realización.
En esos 210 metros cuadrados se reparten entre unas 1.300 piezas, donde hay muchas construcciones de viviendas, aparte de las figuras típicas de los Belenes. Sin duda, ha sido un trabajo muy laborioso que ha llevado un mes y medio para construir el belén en su conjunto. Aunque había muchas piezas que se guardan de un año para otro, este año se ha ampliado el Belén.
Entre las piezas se encuentran las figuras tradicionales, además de estar reflejados el Castillo de Santa Ana, la iglesia de Aguadulce, el Faro de Roquetas y la Alcazaba de Almería. También se incluyen un conjunto de viejas casas del Puerto de Roquetas de Mar que este año se ha ampliado y las montañas son totalmente nuevas, aparece una parte del mar y hay un río que recorre todo el Belén.
Pero este año hay una gran renovación en el Belén. Francisco José Sánchez Morata que ha dirigido su construcción apuntaba que “se han adquirido figuras nuevas. El mar se ha hecho más grande y se incluyen las salinas de Roquetas, al igual que hemos ubicado una cantera representando a Macael. Me gusta ir poco añadiendo cosas significativas de la provincia en el Belén”.
“Este año también hemos puesto un cortijo alpujarreño y representamos la matanza del cerdo. También hemos intentando hacer la estructura del escenario donde esta el Belén en perspectiva. Tiene una inclinación de 10 grados para que no se pierda nada de visión para todas las personas que vengan a verlo”, comenta Sánchez Morata.